La historia interminable

Tengo que comenzar diciendo –ya que parece ser que algunos/as todavía no lo entienden - que para mí, todos los partidos políticos sin excepción han perdido el sentido de la decencia, de la honestidad, y de credibilidad política. Su grado de engaño actual a los ciudadanos se corresponde con el mismo grado de poder que nosotros les otorgamos en las urnas. Hoy toca PP. Antes les tocó a otros pero en cualquier caso la realidad nos demuestra que “casi” todos están corrompidos.

Para mí como ciudadano medio –a sí me considero en el escalafón social- es frustrante tener que aguantar las informaciones diarias que acaparan el tiempo de los informativos analizando y discutiendo sobre corrupción. Corrupción de personas, y de organizaciones. No es nuevo, hace tiempo que esto ocurre. Pero es mucho más descorazonador comprobar cómo en sus desesperados intentos de demostrar públicamente su inmaculada inocencia, nos están dando la constatación de su culpabilidad sacando a flote toda su mezquina ruindad.
Si no existiese corrupción no se hablaría de ella. Se habla de ella todos los días, luego existe, diría Shakespeare. Los ciudadanos estamos pagando un coste demasiado elevado por nuestra candidez. Hemos otorgado nuestro destino ganado a pulso, a unos irresponsables políticos y sus organizaciones a los que, ya les quedan pocos sitios donde meter la uña. Desde mi punto de vista, es peor aquel que roba nuestro futuro, que quien ensucia sus manos con un puñado de billetes, a estos, “puede” que un Juez valiente antes de que se lo carguen pueda meterles en la cárcel, pero a los primeros, los que desvalijan nuestro bienestar, los que impunemente al día de hoy siguen destruyendo la poca moralidad que queda de esta sociedad, solo podremos condenarlos nosotros, cuando llegue nuestro momento.
En cualquier caso, no estoy muy de acuerdo con aquellos que dicen que los ciudadanos hemos dicho basta. No, todavía no hemos podido juzgar de verdad los vergonzosos espectáculos que vemos todos los días. El estado de shock en el que nos encontramos ante toda esta sin razón, creo que aun no nos ha dejado reaccionar. Pero lo aremos. Seguro. Cuando de verdad digamos ¡¡BASTA¡¡ … tengo miedo a esa represiva Ley, que machaca libertades y puede meter en la cárcel a un ciudadano por hacer fotografías en una manifestación, así que cada cual, que haga su novela sobre el resultado final
Los absurdos planteamientos que los políticos -unos y otros- nos regalan todos los días, embrutecen la poca lucidez que nos queda. Sus incomprensibles decisiones y sus infantiles argumentos de justificación a sus desmanes, hacen que los ciudadanos sigamos hipnotizados y creyéndonos cada día más tontos mientras contemplamos estos números circenses que, al menos a mí, no me hacen ni un pijo de gracia.
Todos los días un chanchullo. Hoy el PP. Al día siguiente el PSOE. Luego PP. Otra vez PSOE. ¿Hasta cuando esta historia interminable? ¡¡ELECCIONES YA!! ¡¡GOBIERNO DIMISIÓN!!
Enrique González un vecino de Carreño