Las cosas cada día más feas

Cada vez estoy más convencido, que los ciudadanos que soportamos y sostenemos el país con nuestro sacrificio por culpa de esta crisis, más temprano que tarde, no nos quedará más remedio que, de una forma u otra, decidamos poner fin a este sistema podrido y corrupto en el que día tras día, salen a relucir putrefactas y mal olientes las actuaciones y corruptelas de organizaciones y de personas, que en muchos casos, hemos elegido para que nos gobiernen.
Pongo como ejemplo, el último caso ocurrido en Cataluña con relación a Convergencia i Unió. Es una tomadura de pelo, que determinadas personas, partidos políticos, medios informativos, y algunos doctores en leyes, justifiquen la bonanza de un pacto a pesar de la de la sentencia condenatoria, simplemente para que unos cuantos chorizos que se financiaron con dinero público, con dinero de los trabajadores, se libren del trullo. Me parece, que lo de menos en este caso es que dimita o no Duran i Lleida -que debiera de hacerlo- o que pidan perdón después de por haber entrado a saco lucrándose de fondos comunitarios, destinados a la formación de los trabajadores
No es de recibo que una investigación, que durante trece años fue pagada con el dinero de los contribuyentes, se salde con un pacto en un proceso de cinco minutos. Si el delito está demostrado, no creo que importe el tiempo, no creo que baste con pedir perdón. Me pregunto en qué lugar queda la Justicia, En este puerco país, en el que se encarcela aplicando si vacilar la Ley por robar un bocadillo, vemos con asombro aparecer sonrientes todos los días a personajes que no necesito nombrar puesto que todos los conocéis, riéndose en nuestra puta cara. Cosas como esta, dan la medida de lo podrido de este sistema donde, quienes debieran de protegerlo, se dedican a utilizarlo para lucrarse impunemente pero eso sí, bien protegidos por sus compinches. Nunca un ladrón que yo sepa se ha condenado a sí mismo. Es este país de pandereta, últimamente proliferan como las moscas, pero libres y autoritarios para obligarnos a apretarnos el cinturón cada día un poco más, mientras ellos incrementan indecentemente sus fortunas.
Creo que en este momento estoy dentro de un gran grupo de callados ciudadanos, a los que se nos están hinchando las pelotas de tanto tragar la mierda de este sistema podrido y dominado por oligarcas sin escrúpulos, a los cuales les importa una mierda que la gente mal viva, o mal muera, mientras ellos puedan seguir disfrutado de sus suculentas prebendas.
Luego si decimos lo que pensamos de una u otra forma, nos imponen esa puta Ley represora creada recientemente por ellos para su propia protección.
Para terminar, y antes de que la ira me juegue una mala pasada, comentar que estos días a tras un prestigioso periódico Danés comentaba con preocupación que en Europa con más 150 Mill. de personas por debajo del umbral de la pobreza, se acercaba peligrosamente y a pasos agigantados a un estallido social.
¿Ocurrirá¿ Rajoy y su gobierno tienen la respuesta.
Enrique González un vecino de Carreño