URBANISMO E INUNDACIONES EN CANDAS

La mayor parte de las inundaciones que vemos en televisión son no tanto de unas lluvias catastróficas sino más bien de un mal planificado urbanismo. O mejor dicho de un bien planificado urbanismo para la obtención del máximo beneficio para unos pocos.

En Candás desde mediados del siglo XX se apostó por el error de ocupar el cauce del río. Ante la realidad de que el pueblo había transformado el viejo río en el canal de aguas negras del pueblo, se imponía como única solución, en aquella época, el taparlo, y desviar su desembocadura lejos de la Pregona, que había sido su desembocadura natural, para evitar los malos olores y problemas a la playa de Candás. Sobre el cauce del río se abrió una nueva calle, la Pedro Herrero y se levantaron edificios a ras de su cauce. Esa urbanización creó una cuenca, la del barrio de Santarua, con un único punto de desagüe, el canal subterráneo del río que pasa por debajo de los cruces de la calle Carlos Albo y Pedro Herrero. Para empeorar la situación hace unos años las obras de saneamiento utilizaron parte del espacio del cauce subterráneo del rio para pasar la tubería de canalización. Con lo que tenemos un barrio que en caso de lluvias torrenciales podría verse transformado en una enorme piscina.

En lugar de liberar el cauce del río y de paso generar más zonas verdes; ahora vemos como se amenaza con la construcción de un nuevo edificio sobre el viejo cauce y justo en la parte más baja de esa cuenca.