Sigue el rifi-rafe entre Gijón y Carreño por el deslinde de Aboño

Yo voy a tirar siempre “pa casa” y si el ayuntamiento dice que esos terrenos son nuestros, son nuestros. Y animo al ayuntamiento a defenderlos hasta las últimas consecuencias. No solo porque leyendo el artículo uno se da perfecta cuenta de que pertenecen a Carreño. No hace falta más que leer el argumento que da Gijón, ridículo del todo: “Gijón argumenta que, al haber promocionado la nueva explanada, ésta es suya”. ¡Tócate las narices!. Pues habrá que pedirles daños y perjuicios por haber hecho una explanada en terreno vecino. Me remito a lo dicho por ellos.
Pero por otra parte estoy pensando que esta es una maniobra para tenernos a todos embobados con esta guerra y que así nos olvidemos del problema gordo, muy gordo. Que nos van a poner ahí una central de ciclo combinado. Más mierda para Carreño.

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La propuesta del Instituto Geográfico sobre el deslinde de Aboño carece de base legal.
El organismo admite que los terrenos deberían pertenecer al concejo desde 1917 pero, ante la falta de jurisdicción, opta por dividirlos con Gijón.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) considera que no existe base legal para deslindar los terrenos ganados al mar en Aboño por la explanada de El Musel, a pesar de lo cual divide a partes iguales la superficie en litigio entre Carreño y Gijón. «El Instituto ha de hacer una propuesta, que tiene, necesariamente, que encontrar su razón de ser en una decisión sin una base legal precisa», explican los técnicos en el informe preceptivo y no vinculante remitido al Principado. Añaden que en su propuesta han procurado «ser objetivos y racionales», pero sin argumentos sólidos. Dada la situación, el Ayuntamiento de Carreño apurará sus opciones contra la intrusión de Gijón en el concejo. Una comisión decidirá hoy en Candás si se lleva el caso a los tribunales.