Lllega la temporada estival y con ella las eternas y reiteradas recomendaciones de los señores de "Amigos de Candás". Esta asociaciòn de caracter personalista, encabezada por un frustado alcalde, lleva años encabezando una lucha sin cuartel contra los establecimientos hosteleros de la calle Valdès Pumarino.Como vecino de la misma acudí a diversa reuniones progamadas por dicha asociaciòn con el orden del día formado exclusivamente por la problematica de la citada calle y sus establecimientos, primero con el tema de las terrazas y luego con el ruido y altercados producidos en la zona. La afluencia a las mismas he de reconocer que ha ido de más a menos,no quiero con esto decir que el interes por la problemática de la zona haya disminuido entre los vecinos, ni que los problemas se hayan solucionado, que no es el caso. A mi juicio este desinteres proviene del excesivo afán de protagonismo del señor ponente, de agil pero monótona oratoria,que flanqueado por algunos incondicionales palmeros lleva años convocandonos a estás sesiones poco fructiferas solo válidas para el lucimiento personal pero totalmente estériles para los fines formulados. Y como se decía en una pelicula de Jean Reno: "Los caballeros no nacieron ayer", a la larga carga.Después de siete u ocho años la prblemática de la zona sigue igual. Dicho esto y como vecino de la zona y con casi cuarenta años de residencia en ella he de decir que la mayoria de los locales existentes en la zona tienen una antiguedad minima de más de treinta años,con lo que la zona siempre ha sido un referente de ocio y disfrute en esta villa. Bien escierto que con el cambio de hábitos de la sociedad alguno de estos locales ha reorientado su actividad hacia otras franjas horarias más molestas, creandose en el entorno un clima de prácticamente eterno ruido, altercados y actos poco cívicos. Como vecino y afectado sufro esto todos los fines de semana con tremenda tristeza, pero sin resignación ya que un modelo de convivencia entre todos es posible, y creo que este modelo no pasa por el estricto cumplimiento de las ordenanzas, si no por adquisición de algunos hosteleros de las mínimas normas de convivencia y civismo. Resulta paradójico que desde el anterior verano por parte del ayuntamiento se viene llevando un "ferreo" control en los horarios de cierre de los establecimientos, habiendo incluso alguno ya con varias sanciones por el horario de cierre. Pero las molestias continuan de igual manera.Curioso es que el noventa por ciento de los locales sancionados son aquellos que yo considero planos,es decir, aquellos que aún abiertos veinticuatro horas al día ,por su estilo de clientela y forma de llevar el negocio,crearían escasos o nulos problemas a la zona.Sin embargo, aquellos establecimientos que gozan, por licencia municipal, de una mayor amplitud de horario,son los que realmente están causando los problemas en la zona, con lo cual deduzco que el Ayuntamiento, por enésima vez,muestra la torpeza a la que nos tiene acostumbrados y premia la chabacaneria y el estando en hora aqui vale todo. Señore mandatarios el tema que nos ocupa no es, a mi entender, problema de horarios sino de actitudes y buenas practicas de urbanismo y convivencia. No castiguen a los que no crean molestias persiguan alos que las causan y no maten las moscas a cañonazos que lo unico que están consiguiendo es perder munición y estigmatizar a un sector en el que tambien hay buenos profesionales, que intentan cuidar el cada vez más patético nivel de la hosteleria y restauración de este pueblo venido a menos. Un saludo
Lllega la temporada estival y con ella las eternas y reiteradas recomendaciones de los señores de "Amigos de Candás". Esta asociaciòn de caracter personalista, encabezada por un frustado alcalde, lleva años encabezando una lucha sin cuartel contra los establecimientos hosteleros de la calle Valdès Pumarino.Como vecino de la misma acudí a diversa reuniones progamadas por dicha asociaciòn con el orden del día formado exclusivamente por la problematica de la citada calle y sus establecimientos, primero con el tema de las terrazas y luego con el ruido y altercados producidos en la zona. La afluencia a las mismas he de reconocer que ha ido de más a menos,no quiero con esto decir que el interes por la problemática de la zona haya disminuido entre los vecinos, ni que los problemas se hayan solucionado, que no es el caso. A mi juicio este desinteres proviene del excesivo afán de protagonismo del señor ponente, de agil pero monótona oratoria,que flanqueado por algunos incondicionales palmeros lleva años convocandonos a estás sesiones poco fructiferas solo válidas para el lucimiento personal pero totalmente estériles para los fines formulados. Y como se decía en una pelicula de Jean Reno: "Los caballeros no nacieron ayer", a la larga carga.Después de siete u ocho años la prblemática de la zona sigue igual. Dicho esto y como vecino de la zona y con casi cuarenta años de residencia en ella he de decir que la mayoria de los locales existentes en la zona tienen una antiguedad minima de más de treinta años,con lo que la zona siempre ha sido un referente de ocio y disfrute en esta villa. Bien escierto que con el cambio de hábitos de la sociedad alguno de estos locales ha reorientado su actividad hacia otras franjas horarias más molestas, creandose en el entorno un clima de prácticamente eterno ruido, altercados y actos poco cívicos. Como vecino y afectado sufro esto todos los fines de semana con tremenda tristeza, pero sin resignación ya que un modelo de convivencia entre todos es posible, y creo que este modelo no pasa por el estricto cumplimiento de las ordenanzas, si no por adquisición de algunos hosteleros de las mínimas normas de convivencia y civismo. Resulta paradójico que desde el anterior verano por parte del ayuntamiento se viene llevando un "ferreo" control en los horarios de cierre de los establecimientos, habiendo incluso alguno ya con varias sanciones por el horario de cierre. Pero las molestias continuan de igual manera.Curioso es que el noventa por ciento de los locales sancionados son aquellos que yo considero planos,es decir, aquellos que aún abiertos veinticuatro horas al día ,por su estilo de clientela y forma de llevar el negocio,crearían escasos o nulos problemas a la zona.Sin embargo, aquellos establecimientos que gozan, por licencia municipal, de una mayor amplitud de horario,son los que realmente están causando los problemas en la zona, con lo cual deduzco que el Ayuntamiento, por enésima vez,muestra la torpeza a la que nos tiene acostumbrados y premia la chabacaneria y el estando en hora aqui vale todo. Señore mandatarios el tema que nos ocupa no es, a mi entender, problema de horarios sino de actitudes y buenas practicas de urbanismo y convivencia. No castiguen a los que no crean molestias persiguan alos que las causan y no maten las moscas a cañonazos que lo unico que están consiguiendo es perder munición y estigmatizar a un sector en el que tambien hay buenos profesionales, que intentan cuidar el cada vez más patético nivel de la hosteleria y restauración de este pueblo venido a menos. Un saludo
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