¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar que tomen el pelo a nuestra salud?

Hemos felicitado a Melania cuando teníamos que hacerlo. Por eso nadie puede tacharnos de no ser justos. Ahora toca tirón de orejas, fuerte tirón de orejas porque, nuevamente, estamos hablando de que están tomando el pelo ¡a nuestra salud!. Tanto el Ayuntamiento como Arcelor.
El Ayuntamiento porque se está dejando engañar por Arcelor y está dejando a los vecinos solos frente al monstruo contaminante. La noticia dice textualmente “El Ayuntamiento de Carreño asegura que en el registro de los captadores situados en el entorno de la factoría durante el mes de noviembre no fueron detectando cambios notables en las mediciones”. Y se queda tan pancho. Si no ha habido cambios significa QUE ARCELOR NO HA CUMPLIDO SU PROMESA, la que hicieron al Ayuntamiento hace unos meses, de tomar medidas para solucionar el problema.
Y en cuanto a Arcelor… llamarle “monstruo contaminante” me parece muy poco. Repito lo que ya dije en un post anterior: QUE LA CIERREN SI HACE FALTA. La salud de todos los carreñenses vale muchísimo más que mil Arcelores que hubiera que cerrar.
Melania, cierra el puño, levántalo y déjalo caer con fuerza sobre una mesa ante Arcelor. A continuación diles: O solucionais este problema ¡ya! o cerramos la factoría. Te aseguro que es el único idioma que entienden.

Publicado en El Comercio
Los vecinos de Carreño protestan por las «reiteradas» emisiones de grafito.
Las entidades vecinales de Carreño del entorno de la factoría de ArcelorMittal expresaron sus quejas por las reiteradas emisiones de grafito que se siguen emitiendo en la zona. Una situación que consideran muy grave y a la que se une el «incumplimiento» de la empresa de proceder con su reducción. Según los afectados no sólo se viene incumpliendo sino que, además, empeora en las últimas semanas donde se produjeron dos nuevas descargas de este material de proporciones superiores a las registradas con anterioridad.
El Ayuntamiento de Carreño asegura que en el registro de los captadores situados en el entorno de la factoría durante el mes de noviembre no fueron detectando cambios notables en las mediciones. Pero, según lo vecinos, las emisiones más fuertes tuvieron lugar en diciembre y lo que va de enero, por lo que consideran que este tipo de medidas no tendrá el menor efecto. Además, culpan a la siderúrgica de la situación que calificaron de desesperada.