Ramón Artime, INMENSO. Mil aplausos para tí

Aquí tenéis lo que estábais pidiendo. La carta enviada por Ramón Artime a El Comercio. En foto y en texto por si se leía mal.

Marcelino García y Ángel Riego matrimonio de…

De Ángel Riego conozco y censuro su trayectoria política como alcalde de Carreño, nunca me atrevería a airear o calificar asuntos o actuaciones de su vida privada.

Del poeta candasín Marcelino García no conozco trayectoria política porque, o no la tiene o siempre la ocultó con tanto éxito que nunca trascendió. Pero como somos paisanos y nacimos y crecimos en un pueblo pequeño (él creció bastante más porque es muy alto, pero durante menos tiempo porque hace mucho que marchó a vivir a Gijón) conozco de primera mano su deriva personal de acercamiento cordial, afectuoso y por pretendido y recurrente empalagoso, a todos los alcaldes y notables que lo fueron de este concejo, independientemente de su pelaje político, de su trayectoria institucional o de su currículum social.

Si hay algún rasgo que caracteriza  a Marcelino García aparte de su tendencia a las sotanas es su verbo fácil, poético y reconozco que hermoso, pero entregado a la alabanza, al halago permanente y a la nostálgica añoranza de un Candás hambriento, harapiento y humillado por sus ex amigos del sagrado movimiento nacional católico.

Pero puntualmente,  cuando a Ángel Riego le saltan las alarmas políticas, el poeta Marcelino García, el que nunca tomó partido para no mancharse, olvida su faceta clerical, se despoja de la sotana e irrumpe en la arena política cual exterminador de opositores al Excelentísimo Ángel Riego.

Entonces aparece un Marcelino inédito, un Marcelino faltón y ofensivo que sin la menor idea de lo que pasa en este Ayuntamiento, procesa, condena y ejecuta a todos los miembros de la oposición.

Marcelino, conozco lo suficiente de ti para pedirte que no bajes a la arena política si no quieres que se evidencie tu verdadera naturaleza de halagador en verso y sigue con tu faceta de poeta no comprometido. Si quieres alagar a Ángel Riego dedícale una poesía lacrimógena y sensiblera pero déjanos a los demás cumplir con nuestro mandato popular y democrático.

Personalmente yo “maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales”

pero eso lo haces bien y se te reconoce. ¿Qué más quieres?.

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