El Premio a la mentira publicitaria más insolente es un galardón que otorga Foodwatch, una asociación alemana sin ánimo de lucro que intenta defender los intereses y derechos de los consumidores alemanes, y denunciar algunas de las prácticas de la industria agroalimentaria.
Foodwatch realiza análisis e investigaciones independientes sobre los alimentos para determinar sus componentes, denuncia las prácticas publicitarias engañosas, etc.
Como cuenta Gastronomia y Cia, el Premio a la mentira publicitaria más insolente (Goldener Windbeutel 2009) no es algo que las empresas puedan aplaudir, ya que se trata de una denuncia sobre sus prácticas. Pues bien, el premio ha sido otorgado a la multinacional de productos alimenticios Danone por uno de sus productos estrella, el producto lácteo probiótico Actimel. Según denuncia Foodwatch, la campaña de Actimel es un burdo engaño, recordemos que el eslogan es “Actimel activa tus defensas”, la asociación explica que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque sí refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Por otro lado, Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y además es mucho más azucarado. Finalmente concluye que la campaña saludable gira en torno a: Actimel es un puro cuento.
Foodwatch realiza análisis e investigaciones independientes sobre los alimentos para determinar sus componentes, denuncia las prácticas publicitarias engañosas, etc.
Como cuenta Gastronomia y Cia, el Premio a la mentira publicitaria más insolente (Goldener Windbeutel 2009) no es algo que las empresas puedan aplaudir, ya que se trata de una denuncia sobre sus prácticas. Pues bien, el premio ha sido otorgado a la multinacional de productos alimenticios Danone por uno de sus productos estrella, el producto lácteo probiótico Actimel. Según denuncia Foodwatch, la campaña de Actimel es un burdo engaño, recordemos que el eslogan es “Actimel activa tus defensas”, la asociación explica que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque sí refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Por otro lado, Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y además es mucho más azucarado. Finalmente concluye que la campaña saludable gira en torno a: Actimel es un puro cuento.
no se por que, pero siempre pense que la leche preso de mi güela por simple logica podia tener mas bacterias beneficiosas que este timo de fabricacion industrial.
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