Promesas incumplidas

La frase más pronunciada desde hace mucho tiempo en Carreño.
Hoy nos referimos a la Plaza de la Baragaña que una semana después de que anunciaron que se abrirían al público, aún sigue cerrada.
En esta ocasión creo saber porqué. Es muy posible que para que los turistas que han venido a la villa esta Semana Santa, no se asusten y vuelvan el próximo verano.
Las tres últimas "trastadas" que han realizado, las dos plazas de Valdés Pumarino y ahora La Baragaña, han sido criticadas duramente por los vecinos que han visto como después de gastarse sus buenos euros, su pueblín se ha afeado considerablemente, añadiendo más hormigón del necesario.
Creo sinceramente que el diseño de las obras que se hacen, deberían contar con el consenso vecinal. Nunca debería recaer en manos de cuatro que si, como en esta ocasión, tienen un gusto pésimo, el resto debemos sufrir ese pésimo gusto para los restos.
Esto es como cuando vas a hacerte un traje a medida. Puedes dejarte orientar por el modisto pero, al final, sales con el traje que tú quieres, no el que quiere él porque eres tú quien paga.
En esta ocasión, el arquitecto propone, los vecinos disponen y el gobierno correspondiente paga la factura con nuestros dineros puesto que el no es nadie para decirnos, qué traje queremos llevar.