
El mismo jueves llamé a la concejala de urbanismo. Le pregunté si el constructor tenía ya el permiso de construcción dado que el mismo no había pasado por la comisión del ayuntamiento. Le hablé del río, de la peligrosidad de construir sobre él, de la inquietud de los vecinos, de la arrogancia, prepotencia y malas formas del concejal anterior. Quedó en informarse y llamarme y lo hizo. Me dijo que hasta la fecha el constructor NO TIENE PERMISO DE CONSTRUCCION. Respecto al resto de preguntas me dijo que había que remitirse al PGOU y que me mantendría informada. Los socavones se debían a un nuevo análisis del terreno ¿?¿?¿?.
Pero hay malas nuevas que tenemos el deber de informar a todos. Hace unos meses hablé con el constructor. Me dijo, palabras textuales, que su arquitecto le había dicho que no sabía cómo era posible que el edificio situado en la calle Carlos Albo 24 aún seguía en pié. Las razones que me dio era que el mismo estaba asentado en una zona “peligrosa”. Me imagino que diría eso porque al estar tan cerca del lavadero y del río, las filtraciones que hay hacen que la inestabilidad del terreno haga peligrar el edificio.
Mi pregunta lógica es ¿es posible que ese edificio se mantenga en pie solo por la presión del suelo circundante?. Y ahora me hago otra pregunta ¿ese edificio puede peligrar si se socava para poner los pilares del nuevo lo que supone que esa presión para mantenerlo en pié no exista?.
Estamos hablando de un edificio donde viven 20 familiar y que es posible que peligre si las tierras circundantes se mueven para construir.
Este es un nuevo dato. El peligro de inundaciones si se construye ahí sigue latente porque, añadimos, todos los datos hacen pensar que no solo hay un río sino dos.
Trataremos de convocar una nueva reunión entre los vecinos y, por favor, esta vez que cada uno exponga los datos que tenga. Engañarnos los unos a los otros no va a servir de nada.
Este asunto es muy serio.
He puesto en un comentario lo hablado con Luís de Amigos de Candás, para no alargar más este post.