Perdidos

Desde el momento de la formación del gobierno actual, su presidente Mariano Rajoy comenzó una retahíla de recortes de todo tipo, que incumplían, y que siguen sistemáticamente incumpliendo, cada una de las promesas que el Partido Popular llevaba en su programa electoral. Nadie, absolutamente nadie, puede negar que el gobierno miente sobre su programa.
Los españoles no solo votamos por simpatía, por tradición, o ideológica, también lo hacemos confiando en las mejoras que los políticos nos ofrecen en sus programas, dentro del mercado electoral. El Partido Popular comenzó incumpliendo descaradamente su catecismo, su sistema, sus promesas, y con ello sembraron las dudas entre los millones de españoles que no damos crédito ante una de las más grandes mentiras de este recién nacido siglo XXI
Desde su primer engaño electoral, el PP, comenzó a romper los principios básicos en los que se sustenta su ideología conservadora llena de valores tradicionalmente religiosos, y familiares sembrando dudas y desconcierto con su actuación, incluso, entre sus propios votantes. No fue así entre quienes saben, que los conservadores más tradicionales -véase el actual PP- siempre han tenido la convicción sobre la incapacidad de pueblo para gobernarse a sí mismo, a la vez que consideran el voto y la opinión popular de los ciudadanos, como algo inútil, algo improductivo, y así lo están demostrando, con las injustas y partidistas decisiones con las que nos gobiernan.
Nadie, insisto, nadie puede negar que están mintiendo, entonces ¿Porque hemos de creerles ahora, cuando han roto todos sus preceptos dejando ver sus intenciones? Espero que nadie saque como argumento, “y tú más” ya he dicho una y mil veces, que para mí la política y la mayoría de los políticos –siempre se pueden salvar algunos- son la cara de la corrupción, por lo menos en España, pues así nos lo están demostrando, y consideraría una pérdida de tiempo entrar en una discusión banal, con alguien que se empeñe en no emplear la lógica, pues sería como discutir con un muro.
Este sistema esta putrefacto. Los poderes elementales del Estado –Legislativo, Ejecutivo, Judicial- están seriamente tocados, la corrupción y la injusticia se han instalado en todos ellos y nosotros, los ciudadanos, de momento contemplamos estupefactos el panorama, entre críticas y con cierta tranquilidad. Pero no debemos de olvidar, que si un estado mantiene por mucho tiempo sus instituciones corruptas, tarde o temprano explota. Deseo fervientemente que no tengamos que arrepentirnos de ello.
Hoy he escuchado una encueta del CIS que dice, que Rosa Díaz de UPyD es la política mejor valorada por los españoles. Increíble, pero cierto. Viendo esto, entran ganas de ciscarse en todo, pero creo que esta circunstancia se debe, a la carencia de un LIDER –de los de verdad- para el país, y al grado de degradación a la que han llegado los actuales políticos en general.
Un saludo
Enrique González un vecino de Carreño.