viernes, 19 de agosto de 2016

Así nos lo cuenta un magnífico amigo

El inicio de esto lo tenéis en la columna de la derecha como post destacado.
Quiero también destacar un comentario que agradezco. Le he contestado que las críticas de necios vendidos, no me preocupan lo más mínimo bastante tienen con aprender a atarse la bragueta.
“Muchas gracias por escribir estos comentarios. Es casi imposible leer una exposición de conocimientos y opiniones sobre Candás como la que has hecho. Moderadora, por mucho que te critiquen este tipo de comentarios con sustancia sobre el concejo sólo se leen por aquí”.
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Y así nos lo cuenta el amigo de ayer:
Por supuesto, los cambios es Candás no sucedieron de un día para otro. Pero en esa foto ya están teniendo lugar.

Como decía ayer, el muelle, que no aparece en el foto, ya estaba aterrado por la arena en ese momento. En la exposición del puerto hay otras fotos de ese mismo día tomadas desde la mar, donde se aprecia el aterramiento, con la playa ya en donde está ahora y el puerto sin apenas embarcaciones de porte atracadas.

Los barcos de Candás ya no tenían a Candás por base y los forasteros apenas atracaban ya en nuestro muelle. La fábricas van cerrando: creo que por esa época ya habían cerrado Herrero y Alfageme, y faltaba poco para que lo hiciera Portanet. Los almacenes de salazón levantados a principios del XX a orillas del Rita, en lo que hoy es Pedro Herrero, habían sido abandonados años atrás. Es posible, incluso, que la Rula funcionara ya de forma esporádica y muy a medio gas.

La estructura social del pueblo empieza a transformarse: ya no es el 70% de la fuerza de trabajo la que se dedica la pesca y su transformación. Aparece la siderurgia, el turismo empieza a cobrar auge con la Ciudad Sindical, y empiezan a surgir nuevos servicios comerciales, logísticos, educativos -nuevas escuelas e instituto. y administrativos.

El caserío empezaba a transformarse: ya está el "Garmoré" levantado sobre la vieja carbonería, pero también se ve lo que es el edificio de Tascón y el Faro, en lo que hoy llamamos la plaza del Bocata. Está también el edificio donde está ahora el Banco Herrero, sede de la Caja de Ahorros -la gente empezaba a ahorrar y podía pedir préstamos en vez de vivir fiado del comercio- el edificio donde estuvo el bazar San Antonio (que anuncia la sociedad de consumo en Candás) y algunos otros. Todos ellos edificados sobre viejas viviendas marineras, con distribuciones modernas y materiales de recubrimiento -ladrillo visto- inéditos en Candás. Pronto llegaría el gresite. También se ve el nuevo cine y unifamiliares como el de don Manuel el médico.

Se aprecia también el desarrollo del ensanche del pueblo hacia la estación por Fernández Ladreda, con pisos modernos promovidos por Ángel Rodríguez -creo- que ya tenía construido su chalet con piscina -famoso por sus fiestas- en la zona. Surge por tanto, empleo también en la construcción, la compra venta de viviendas y la venta de mobiliario (Badiola) electrodomésticos (el citado Bazar San Antonio, la tienda de Guillermo en Braulio Busto,...) etc.

Por otra parte, la construcción del Nodo deja muchas viviendas vacías en el centro del pueblo, en Santolaya, en la Cuesta, etc. por lo general casas muy precarias, con muros de carga recomidos por el salitre de redes y aparejos, cuando no de la maresía- y forjados de madera, muchas veces de pino, podrido por la polilla y la humedad. Casas que no habían tenido apenas mantenimiento, por la pobreza de sus habitantes y por la ley de arrendamientos del 41, que con la mejor intención supuso una puñalada para buena parte de la arquitectura popular española.

Naturalmente, los que no fueron al Nodo, cuando pudieron prosperar compraron una vivienda en propiedad -o se iban de alquiler- en el ensanche de Candás o en alguna de las nuevas promociones del centro.

Así es como en 1970 ya se había construido el edificio de "Rabitos" (1967) sobre la vieja carbonería que allí había, el "Marsol" sobre la vieja y abandonada fábrica de Herrero -edificio cuya maqueta estuvo expuesta y que la inmensa mayoría de los vecinos aplaudieron a rabiar; significaba la llegada de la modernidad (no entro en si bien o mal entendida) en el pueblo. También se habían levantado algunos bloques en Braulio Busto -Marjoe y la Perla, hacia 1968-1970- el bloque donde ahora está el "minimasymás" en Valdés Pumarino, el edifico de la Taberna, el inmueble de cuatro plantas levantando en el Cueto y el horrendo levantado sobre la casa de los tres arcos (1968).

De aquella nadie pensaba en rehabilitaciones. la demolición de viejas casas y la construcción de nuevos inmuebles era negocio para todos: los propietarios ganaban un dinero fácil, los promotores también hacían dinero y la gente compraba viviendas relativamente baratas y de rápida revalorización que constituían el embrión de un pequeño capital familiar.

Como decía una publicación de la época, "Candás se está transformando en una villa limpia y moderna". Cosas de la época, que supusieron la desaparición del incomodísimo regodón que empedraba algunas calles del pueblo -la de la Plaza, la del Cura hasta la Iglesia, la Calleja Nolo, quizá alguna otra que no recuerdo- que eran apropiados para las madreñas y las botas, pero no para los delicados zapatos de tacón.

Ni que decir tiene que la cosa siguió durante los 70, ya con el puerto moribundo y convertido en playa a la bajamar y Ensidesa y Uninsa -y la incipiente industria transformadora- funcionando a plenitud.

Cae el abandonado cine Apolo (ay, la televisión) se alza el bloque donde está el Halley -aún recuerdo la demolición, de un plumazo, de los edificios preexistentes, un día de verano a la vuelta de la playa- se levanta el que construido en el puerto sobre los viejos galpones lamidos por el salitre, se levantan los que hay en el Rincón sobre las encantadoras casas de corredor que allí había, se levanta lo que fue el Zappin (primer edificio residencial con ascensor del pueblo) se demuele el chalé de doña Josefina para hacer lo que hoy es el edificio del Casino y se tiran la abandonada fábrica de Alfageme y el chalé. Por cierto, llama la atención que tanto se reivindique ese chalé -que era en efecto, una maravilla, aún recuerdo su tejado esmaltado- pero que albergaba una oscura historia: todos sus habitantes varones fueron fusilados; algo que, como el fusilamiento de Antón, dicen bien poco de muchas de las gentes de aquel entonces. El chalé, por cierto, estaba magníficamente amueblado por Muebles del Río de Oviedo. La familia nunca más quiso saber nada de Candás.

Es en esta época cuando surge el revival marinero. Aún recuerdo el portfolio de 1980, con viejas fotos del puerto, reivindicando el pasado pescador. Cuando ya estaba todo perdido. Es cuando se ponen en marcha las Alboradas (1978 la primera) cuando empiezan a usarse el mahón y el pañuelo -si bien creo recordar que hubo una epapa en la que las mujeres usaban ropa algo más sofosticada, con falda de vuelo y echarpe de ganchillo, que pronto se abandonó por el más simple, sufrido y asequible mahón- durante las fiestas.

Desde entonces, Candás, que había llegado a asumir su condición de villa "limpia y moderna", casi de ciudad dormitorio, con todos los matices que se quieran, vive mirando al pasado, dejando pasar los trenes del futuro.

Sólo así se explica que el contradique del puerto -lo que llamamos "la escollera"- se hiciera con cargo a un Plan de Regeneración de Playas que financiaba el entonces MOPU, pero con los candasines pensando en el calado y abrigo del puerto. Resultado: la playa mejoró y el puerto siguió casi igual. Lo mismo ocurrió con la ampliación, no tan desacertada como muchos piensan, que algunos pensaban que serviría para atraer capturas pesqueras y ha servido para atraer embarcaciones deportivas, mientras que la explanada, tan propicia para algún pequeño taller de reparaciones o miniastillero, o para instalar un pequeño complejo conservero, ha devenido en polvoriento y caótico aparcamiento. Ese vivir a espaldas de la realidad también ha provocado que nadie haya trazado un plan para rentabilizar el puerto -escala de veleros, pequeñas regatas, concursos de pesca deportiva, qué sé yo- asumiendo la nuevo ciclo de la villa tras el ballenero, el pesquero conservero, y el siderúrgico. Al final el resultado el un pueblo un tanto caótico, que abomina de la industria que le proporciona buenas rentas municipales -a ver quién, sino, paga el Prendes, el Antón y el envidiable nivel de servicios subvencionados que presta el consistorio- que se ebate en ser turística pero teniendo el pueblo un tanto sucio y destartalado, empeñándose en confundir el turismo con el visitante playero e impecune que cuesta más de lo que gasta -un helado en la furgo de los Helio y, si acaso una botellina de sidra con unos bígaros- los que nos lleva a un círculo vicioso donde somos incapaces de atraer turismo de calidad, con capacidad adquisitiva, atraído por un buen entorno natural y urbano, buena restauración -ay, la restauración candasina- y un ambiente agradable.

En fin, Candás tiene que decidir que quiere ser. Pero no puede seguir mirando al pasado mientras el futuro pasa por delante.

7 comentarios:

  1. Y tu que has hecho en todo esto, pasar y ahora soltar la perogata de lo que pudo y no fue, de contadores de historias estamos hasta los cojones y más , pero cuando hay que mojarse por algo, reivindicar algo ahi no te encontramos. dices que Candás tiene que decidir que quiere ser,como si Candás fuese algo alguien que nos venga de marte. candás somos todos , no pare ce que tu te sientas personalmente aludido cuando hablas de Candás. ¡DEJA YA DE PONER DEBERES! Y SOLTAR ROLLOS DE ESOS QUE COMO TU VAN DE PROGRE INTELECTUAL QUE NOS VIENEN A DAR LECCIONES DE FUTURO ESTAMOS HASTA LOS COJONES. NOS SOBRAN PENSADORES Y PREDICADORES

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    1. Si no sabés qué ha hecho, si no sabes quién es ¿a qué viene ese discurso enfadado?. ¿No sería mejor que nos contaras qué has hecho y qué podemos hacer los demás?.
      El piensa en alto, piensa en su nostalgia que es la de muchos.
      Y Candás no somos todos amigo mío. De Candás y sus problemas huyen todos.
      Ese es el problema. No quien piensa en alto y siente nostalgia de lo que pudo ser y por unos sinvergüenzas no es.
      Lidera un puñetazo en la mesa y te seguimos.

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  2. Bien, muy bien. Como relato, ha sido exquisito, enriquecedor, emotivo y hazte envidiado por el alto contenido de historia local, a la cual por mi edad, no puedo llegar a conocer y siempre es de agradecer que algún conocedor y contador, nos la haga llegar. Pero, siempre hay un pero...te has fijado que tu comentario, sola habla del pasado?. Ese pasado que, tu criticas en el sentido de que es la cuna donde se mece Candas?.
    Considero, que tu, te incluyo claramente, eres parte de ese Candas, como bien dice el otro anónimo y, como parte de Candas, estas dulcemente dormido en su pesadilla soñadora con tiempos mejores. Si, pesadilla, aun siendo tiempos mejores, según tus letras.
    Candas, ciertamente ha de avanzar, dejar a un lado, sino detrás, todo ese recuerdo que nos pone a todos tan emotivos, pero nunca se pondrá en marcha hacia ese futuro que necesita y que tu destacas, si las gentes no hacen que vaya a ese futuro. Tu no aportas nada en tu texto. No dices que se debe hacer. No das pistas de hacia donde. Y, entiendo que tu pienses que tu, no estas aquí para dirigir el futuro rumbo de Candas, que para eso ya hay otros elegidos...pues te equivocas querido amigo y vecino. Te equivocas al mismo gran nivel que aquellos que dejaron que se edificase el edificio del Halley, o el primer edificio con ascensor, o quienes decidieron, erróneamente, modificar el puerto. Si tu, actúas como ellos, dejando que pase lo que otros quieren que pase. Actúa, da un paso adelante, se tu o los tuyos, junto a otros quienes acerquen ese correcto futuro que tu pareces conocer.

    Este texto que has escrito, el cual me parece exquisito e interesantísimo, me recuerda muchísimo a las barras de las sidrerías, los bancos de parque, o colas de supermercado, cuando lo que en ellas están, critican lo que hay, excusan otros, dirigen obras desde esa asiento, y arreglan el mundo, echando la culpa a otros.
    No se necesitan gent s de este tipo para llegar a ese futuro. Disfrutan mas, hablando de ese pasado que tan bien conocen y que tan seguros se encuentran en el. Pero de futuro y de como afrontarlo de forma ordenada, no tienen ni idea o, no quieren aportarla. Ambas, igual de peligrosas para este Candas, al que, creo, ambos amamos.

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    1. Amigo anónimo, si yo que, puede que equivocadamente en las formas debido a a rabia, estoy tratando de concienciar y ya estoy AMENAZADA DE MUERTE, AMENAZADA DE AHOSTIARME NO SOLO A MÍ, SI NO A PANIN QUE NI ENTRA NI SALE EN ESTE BLOG, IMAGINATE LO QUE LE HARIAN AL AMIGO ANONIMO SI SE LE OCURRE TENER IDEAS Y PONERLAS EN PRACTICA.
      Prefiero un vecino como ese, que nos cuente lo que ya no podemos ver, que un vecino muerto.
      Valéis cualquiera de los honestos de este pueblo, mil millones de veces más que todo este concejo.

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  3. Vamos a ver. Mi intención cuando escribí ese laaargo post no era sino aportar una reflexión, más bien unas pinceladas, sobre la reciente historia de Candás, partiendo de la vieja foto aérea de la villa, de hacia 1957-1960.

    No pretendía, desde luego, trazar un programa político, ni "mojarme" en nada, pero sí llamar la atención sobre los peligros y contradicciones de la nostalgia de un pasado idealizado -pero que me parece justo reivindicar y dar a conocer- que murió hace más de medio siglo. Y justo cuando el presente metalúrgico -que ha impedido que Candás, como Cudillero, Lastres o Luarca, pierda población y,por el contrario, la gane- podría ener su futuro amenazado.

    Ya sé que cuando afirmo que "Candás debe decidir qué quiere ser" los que tienen que hacerlo son los candasinos y los carreñinos, ejerciendo su ciudadanía.

    En instrumento para hacer tal cosa no es otra que un Plan Estraégico, un documento que recoja qué hacer en Carreño durante los próximos 10 o 20 años, proponiendo medidas que dibujen el concejo de 2050 (no queda tanto).

    El Plan, desde luego, debe estar liderado por el ayuntamiento, partir de un buen diagnóstico, ser realista, contar con el mayor acuerdo posible entre partidos y dar participación a la ciudadanía -asociaciones de todo tipo, empresarios, sindicatos, expertos en asuntos concretos,...- que debe ser a la postre, la que diga hasta dónde está dispuesta a llegar. Los Oscos en Asturias, Bilbao en España, son ejemplos de lo que puede dar de sí una estrategia bien diseñada.

    Lo normal es que las estrategias se articulen en torno a varios ejes. Para el caso de Carreño podrían ser:

    Agroalimentario: cómo aportar valor añadido a nuestro campo y a nuestro mar, transformando su producto.

    Industria: que en es Carreño es peculiar, con predominio del metal y más vinculada al eje industrial Gijón-Avilés que a Carreño, pese a lo cual hay demanda no satisfecha en el concejo de suelo industrial. Hay que aprovechar las ventajas que por localización tiene Carreño, vincular a las empresas ya existentes al concejo, atraer otras nuevas y mejorar la competitividad de las existentes, quizá diversificar un tejido muy espcializado.

    Turismo: ¿qué tipo de turismo queremos? ¿Qué hacemos con Perlora? ¿Que hacemos con nuestra restauración? ¿Cómo la mejoramos? ¿Aportan algo actividades como el rally de las sidra? ¿Qué productos tiene Carreño que puedan contribuir a crear marca territorial? ¿Cabe la posibilidad de aprovechar el puerto, la gastronomía, la oferta hotelera, etc. para traer turismo de mayor calidad?

    Cultura: la música puede ser un referente en y de Candás: bandas de gaitas, el Pelís (que constituye un buen punto de partida), coros, charangas,...Hay cosas como la emisión de películas en VO, que sólo pasan en Candás: un lujo. ¿Hay que construir o mejorar algçun equipamiento?

    Medioambiente: desde el saneamiento de la vila, hasta las emisiones de la gran industria, recuperación de Aboño, etc. mejora del paisaje urbano de la villa. Etc, etc.

    Hay que pensar cómo se financia todo ello Hay fondos europeos destinados a antiguas zonas pesqueras (hay muchas en Europa como Candás), fondos nacionales, etc.

    Dicho todo ello sin afán exhaustivo, ni de mojarse, ni de establecer estrategias. No es este el canal para ello, ni el momento, ni las circunstancias. Porque un PE es algo complejo y largo, en el que, sobre todo, son los propios carreñinos los que deben decidir qué quieren ser, hasta dónde quieren llegar y qué esfuerzos y sacrificios están dispuestos a asumir para legar un Carreño mejor, próspero y viable, a sus hijos y nietos.

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  4. Bueno, pues sin falta de extenderme tanto, se puede resumir el anónimo anterior en, leerse los programas de los cuatro partidos existentes, recoger lo más relevante y trasladarlo aquí. No has descubierto nada nuevo.

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  5. Nada tiene que ver un Plan Estratégico con eso.

    Me temo que en Carreño falta costumbre de participación constructiva.

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