¿QUE ESTA PASANDO?

Esta tarde en un programa de radio con mucha audiencia, comentaron con verdadera preocupación la batalla campal que se generó, entre la policía y los ciudadanos que no querían que llevasen el perro de la enfermera contagiada por el Ébola para sacrificarlo, y terminaba el presentador con la siguiente pregunta: ¿Pero, qué nos está pasando¿

Me paré a pensar. Y mi primera y más importante conclusión, fue decir para mis adentros, lo que no nos atrevemos a decir en voz alta: ¡¡Que estamos hasta los cojones de hijos de puta!! ¡Que nos va a pasar! Pues que no entendemos que los presuntos ladrones anden sueltos, y personas honradas que destapan las corrompidas tramas de estos miserables bastardos, sean condenados e inhabilitados.

¡Que nos está pasando! Pues que se nos cruzan los cables cuando vemos que políticos, sindicalistas, empresarios, alcaldes, gobernadores, ejecutivos, todas personas relevantes que nos dan lecciones de Moral, se olviden de lo más elemental, la Ética.

¡Que nos esta pasado! qué cuando vemos (al menos yo) como cambian de sillón con salarios desorbitados, y como se gastan opacamente millones de € de nuestros ahorros (y quien no haya pensado y... ¡¡también en putas!! que tire la primera piedra) mientras que millones de trabajadores están condenados a una vida en muchos casos indigente, en ese momento no puedo contener mi pensamiento, e irremediablemente me acuerdo de sus santas madres.

¿Que nos está pasando? Pues que somos incapaces de dar una contundente respuesta a esta escalada de escándalos que, un día sí, y otro también, salen a la luz por todas las esquinas dejándonos completamente perplejos.

Nos pasa que se nos caen los ídolos, la esperanza, la moral, la ilusión, y nos quedamos huérfanos de referentes, nos sentimos perdidos, traicionados… Nuestra primera preocupación hoy según el CIS, es la corrupción, por encima del desempleo y los comentaristas en el programa se extrañaban de esta situación, pero seguro que saben mejor que yo, que la corrupción solo genera desigualdad, injusticia, desanimo, paro, violencia.

Aún así, en este país tenemos suerte pues afortunadamente, somos muchos más los civilizados, que todos estos presuntos (por si acaso) corruptos ladrones… No obstante confieso que, actualmente me están entrando dudas sobre la fortaleza de la integridad. Y aquí lo dejo, pobre perro, al igual que muchos de nosotros siempre pagan los más expugnables.

Enrique González