Al igual que ahora en la política, cualquier pelamangos
encontraba acomodo en ENSIDESA.
Angelón era un paisano enorme, de habla torpe. A primera
vista parecía un poco tonto. Sin embargo, tenía un talento extraordinario para
la mecánica. Y leía mucho, algo poco habitual en un obrero de la época. La
cantina tenía una buena cocinera y en los turnos de noche, que había poca
gente, preparaba de cenar a la carta.
Angelón comía acorde a su tamaño y en lugar de la ración, ya
de por sí generosa, la cocinera sabía que tenía que prepararle una pota entera
o un kilo de filetes. Esto generaba burlas de sus compañeros.
Una noche, no diferente a las demás, algún compañero se pasó
de frenada con las burlas. Por alguna razón desconocida, había unos lingotes
metálicos apilados en una esquina del comedor. No sabría decir cuánto pesaban,
pero eran difíciles de manejar por una sola persona. Sin mediar palabra,
Angelón agarró un lingote y lo lanzó como si fuera una pelota de tenis. Mesas
platos, costillas y dientes saltaron por los aires como bolos en la bolera.
Una vez recogidas las sillas y barridos los cristales y
dientes, el subsiguiente informe del comité disciplinario llegó a la conclusión
de que Angelón daba hostias como campanos y era conveniente dejarlo a su aire.
El Cipri, en cambio, era un borrachín irredento. Su función
consistía en pasar el turno en una garita y apretar un botón cada vez que
pasaba el tren. Para que no hubiera equívoco de si lo que venía era el tren o
Don Manuel (el cura de Logrezana), se activaba automáticamente una señal
acústica.
Pero El Cipri tenía el síndrome de Pickwick y cada vez que
se agarraba una tarrancha se quedaba dormido de tal manera, que no lo
despertaba ni la descarga de Cangas. Total, dos veces que pasó el tren, dos
veces que sonó la alarma y dos veces que El Cipri no despertó. Afortunadamente,
el cura Don Manuel no coincidió en aquellas dos ocasiones.
La primera vez no lo sancionaron (un fallo lo tiene cualquiera).
A la segunda le abrieron expediente y estuvo un mes sin sueldo.
Contra todo pronóstico, El Cipri sigue vivo y, después de un
par de ingresos en la UCI, se ha pasado a la cerveza sin alcohol. 1500 Euros al
mes de pensión dan para mucha cerveza, aunque sea sin alcohol.
Así, a base de Cipris y Angelones, se fue fraguando poco a
poco una cultura empresarial de “hago lo que me sale de los cojones”. Desde el
guardia de la garita, a directivos que utilizaban cuadrillas de la empresa para
mano de obra en su chalet en Somió. Y no solo dentro de la empresa.
Aprovechando el viento de cola de ENSIDESA, algún externo medró también a su
sombra, como el gran visionario Lloriana, “que en paz estea” (como diría el
Concejal)
(continuará)
Jajajajaja, mescocojono. Se me van a atragantar las campurrianas.
ResponderEliminarHistorias secundarias ---> Loriana y el Capitan Timo, trabayar en campanes.
Seguramente Milano conoce la historia empresarial del famosu Loriana mejor que nadie pero con su permiso voy a relatar de memoria porque seguramente muchísima gente no se acuerda o incluso no llego a conocer tal hecho. -no he encontrado en internet nada extenso sobre ello, cosa rara- que le paso por avaro y paleto.
EliminarEsto fue en la década de los 90, Loriana ya era un home hecho y derechu, que pasaba de los 60 años y tenia los riñones bien forraos.
Un día llega un tipo en un Mercedes con chófer y "guardaespaldas" que se autopresenta como un alto oficial del Ejercito y le propone un negocio: suministrar 800.000 juegos de ropa de cama al Ejercito pero claro para eso Loriana tiene que soltar la mosca mas 800 millones de pelas al uniformao. Loriana suelta la pasta al famoso capitán Timo.
Pues si vecin@s míos, este era el nivel de catetez que había en la España de hace cuatro días entre algunos de los empresarios triunfadores.
Hablando de catetos. No solo estaban entre la gente llana. Or recuerdo el Petromocho, se lo endiñaron a un Presidente del Principado, como es lógico del PSOE que es donde más tontos parece que hay. Rodríguez Vigil.
EliminarAnda que hay que ser paleturcio para creerse la historia que le contaron.
Y esto, amigo anónimo, si viene en la wikipedia aunque me lo han contado ya creo que todos los paisanos de Candás.
Riéndose, por supuesto. Bueno, todos los que no votan PSOE que son mayoría absoluta,
Estoy apludiendo Milano. Sencillamente sublime. Gracias por hacernos recordar lo que nunca deberíamos olvidar.
ResponderEliminarEnsidesa,Arbed,CSI Planos,Aceralia,hoy Arcelor el mismo perro,con distinto collar.
EliminarEsprero que te acuerdes de los que pasaban por bascula(camiones),pesaban la misma carga 15 o 20 veces,cobraban sin descargar,como si hubieran realizado los viajes.De hay surgieron respetados y modelicos empresarios.
ResponderEliminarQue el texto de Milano y el del comentario anterior nos sirva para una cosa y es darnos cuenta de como la epoca historia influye en la vida de la gente.
EliminarAquellos años eran epoca de expansion economica, cualquier chaval que tiraba la fesoria y se quitaba les madreñes si era un poco trabayaor y medio listo podia construir una vida como Loriana, Baldajos y tantos otros. Cualquier Cipri o Anxelon sin dejar el vaso de vino pudieron ver a los hijos en la universidad.
Y fijaros bien, el sistema economico podia soportar lo de los camiones, la cuadrillas faciendo chalets y la cosa iba p'arriba.
En cambio ahora ese chachulleo esta solo reservado para los politicos. Y de momento yo no veo a los politicos montando empresas de metal ni de hostias.
Me refiero a la cantera de Ensidesa en Tamón.
ResponderEliminarCultura adquirida,cultura mantenida y transmitida a lo largo de generaciones,por eso resulta muy dificil, cambiar las malas practicas de Arcelor.
ResponderEliminarY los trenes fantasma?.Cargados con galvanizados y chapa.
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