En nuestro municipio hay inscritas diez listas diferentes de candidatos a concejales, “Carreño es diferente”, pude decir una pretenciosa consigna publicitaria, que acompaña esta algarabía electoral.
¿Debemos deducir de esto qué en el debate de ideas se ha vuelto tan complejo y sofisticado que los aspirantes a ediles han logrado distinguir diez maneras diferentes, políticamente contrarias, ideológicamente irreductibles, y prácticamente inconciliables de tapar un bache?
Cualquier problema municipal es asimilable al bache, de modo que no es un reduccionismo tomarlo como ejemplo de los asuntos que suelen ocupar a una corporación. Y todos sabemos por experiencia que sólo hay dos maneras de tapar un bache, bien o mal. Pero como nadie en su sano juicio propondría a sus votantes tapar mal los baches, sólo queda una.
Admitimos que pueden plantearse cuestiones de prioridades: con un presupuesto limitado, ¿tapamos primero los baches o reemplazamos luminarias? ¿Repararemos las calles de la zona céntrica o las hacemos en lugares que nunca las hubo? Es cierto, que puede haber más de dos opiniones, o tres si queremos. Pero, por supuesto no diez.
Un desmedido interés por la política, contrario de la sociedad evidencia en todo su comportamiento, hace que sean muchos los que quieren “meterse”. Pero la multiplicación de la oferta, lejos de ser un signo de salud, de hecho es prueba de la enfermedad.
En primer lugar, porqué la existencia misma de diez opciones para encarar un asunto simple como el bache indica que quienes forman esas opciones no han podido o no han querido hacer política antes de la elección para consolidad sus opiniones en torno de las dos o tres formas posibles de tapar el dichosos bache.
Si ya antes de presentarse al electorado fueron incapaces de exhibir las mínimas condiciones para la actividad política, que supone, debate, negociación y concertación para llevar las ideas a la práctica y resolver los problemas que afectan al electorado ¿Cómo podemos esperar que lo hagan cuando ocupen su sitio en la Corporación?
Tanta oferta es también prueba de enfermedad, resulta imposible que los titulares de estas diez listas, que sus componentes representan más del dos por ciento de los electores; puedan diferenciar claramente sus propuestas, sus campañas giraran en torno a términos abstractos y alineamientos ideológicos, pero no de los baches.
No se pueden demostrar las capacidades elementales necesarias para hacer política, si no están en condiciones de formularse claramente propuestas específicas para los cargos a los que aspiran.
La multiplicidad de la oferta es la expresión de un desorden, y ese desorden es posible por la quiebra de los partidos políticos, el ámbito natural para discernir proyectos, formular propuestas y decantar liderazgos. Estamos hablando de partidos que cumplen con su función, no de signos ni de banderas, ni personalismos ni escudos, por mucha tradición que tengan.
La política permite acceder al poder, y el poder permite acceder al dinero.
Está política sin partido, como la que podemos tener en un futuro, no es más que una aventura, una vía rápida hacía el enriquecimiento, hacia las oportunidades de negocio, hacia el ascenso social. La política permite acceder al poder, y el poder –en un país donde todo pasa por el estado- permite acceder al dinero, incluso sin hacer anda ilegal, por la cantidad de oportunidades que pueden surgir. Para muchos poner su nombre en una papeleta es como comprar un decimo de lotería, para zafarse del destino que espera al resto de los mortales.
El deterioro de los partidos políticos en nuestro Concejo abrió el camino para las aventuras políticas, falta de militancia, participación y elecciones internas. Es la causa de esta avalancha de aventuras, bien como agrupaciones de electores o seudopartidos franquiciados por personalismos.
Sólo se trata de que varias personas se junten detrás de un “puntero”, elijan un nombre bonito, y negocien con alguna de las franquicias en oferta. Hacer algún despliegue de propaganda local, pero en realidad sólo buscan el hacer publicidad de su marca. Para desgracia de los electores, compiten en una aparente superioridad de condiciones con aquellos que, tratan de armar una agrupación de electores, de aportar propuestas, hacer propaganda y conseguir los votos con una dinámica propia de un partido.
Para ejercer un voto responsable, se tendrá que examinar cuidadosamente esa multiplicidad de listas, asegurarse de encontrar las que buscan verdaderamente nuestro beneficio, sin personalismos y futuras maniobras ocultas. Eso probablemente lo hagan algunos votantes, pero no ocurrirá así con la mayoría.
A nivel municipal, en consecuencia y para contento de muchos, el resultado se parecerá bastante a un juego de azar, a una gran lotería electoral. La multiplicidad absurda de oferta confunde al elector, y complica absurdamente el resultado final.
Desgraciadamente, la política puede quedar reducida a una especie de tómbola con grandes premios para los ganadores, vaciada de ideas, de propuestas y de debate por el desmoronamiento de los partidos políticos a nivel local, tal vez sea la hora de encarar la situación y analizar la situación que se nos puede presentar.
A que se puede deber esta situación planteada en aquellas democracias donde la actividad política va degenerando paulatinamente en una profesionalización de los políticos, que en muchas ocasiones actúan en nombre o son sobornados por grupos de intereses, y una sociedad crecientemente apática y falta de compromiso.
Confiando en el buen juicio de los electores, podemos apelar que este sea acertado en la elección de nuestra nueva Corporación, que no sea una elección por sorteo electoral, y que los dineros públicos se destinaran a cubrir los dichosos baches o a renovar luminarias.
Y sólo pensar que será posible liberar una ráfaga de aire fresco, para ensayar un cambio capaz de devolvernos a los vecinos la voz y el voto en el manejo de los asuntos propios de nuestro Municipio, Carreño.
Carlos Ángel González Suárez
Carlos, con una concejalia en el ayuntamiento, que se paga a 3000 euros al mes multiplicado por 15 pagas y multiplicado por 4 años que dura una legislatura; coges un "bache" de 500 metros cuadrados en una urbanizacion de candas y lo "tapas " con un chalet encima ,como ya han hecho varios.
ResponderEliminarComo pa no ser politico.
3000x15=45000x4=180000 dime donde se compra una parcela por 180000 y encima con chale y compro una pa mi y no soy concejal en este mundo hay gente pa todo pero bueno siempre tendremos gente con sentido comun como los jueces que son los que tienen la ultima palabra
ResponderEliminarPor si os sirve para algo, alguien me dijo hace tiempo y me lo lleva repitiendo años, que el alpiste de un político es el sueldo, LO GORDO viene en las comisiones así que, si es cierto que no lo dudo, vete sumando ceros.
ResponderEliminarPerdón, no los sumes que los ceros no cuentan, solo AÑADELOS AL FINAL DE LA CIFRA QUE DAS.
ResponderEliminarYo te vendo una cuando quieras,pero primero me enseñas los 180000.
ResponderEliminarJajajajajajaja Juez ¿en qué punto te has dado cuenta que aquí hay mucho... mariposón?.
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