Cuando las vacaciones terminan, y los estudiantes a sus tareas vuelven, los medios de comunicación nos bombardean con fantásticas colecciones de todo tipo, artesanías y excelentes cursos. En estas fechas que se nos avecinan nuestros políticos no ajenos a estos modos, abrirán nuevamente sus tómbolas y nos ofrecerán sus rifas electorales: proyectos apasionantes, promesas deshilachadas a la sombra de una vieja sombrilla, y todo aquello que se les ocurra que crean que nuestros oídos deseen escuchar.
Su verborrea no cesara, seguirán predicando que gastar y gastar es la única manera de salir de la crisis, da igual zanjas y después cerrarlas que llenar una mina abandonada de billetes, taponarla y abrirla de nuevo, el caso es tener a la gente ocupada en la búsqueda del tesoro. Su acicate es gastarlo en cualquier cosa o invertirlo en malos proyectos que tarde o temprano será necesario liquidar. Sus pensamientos ilusorios chocan con la dura realidad.
El megáfono de la tómbola política nos anunciará que los detentadores del poder político harán que todo vuelva a comenzar, como por arte de magia.
Pongámonos a salvo. Ya han comenzado a vender humo en esta feria. Los políticos toman las calles, las vallas publicitarias, la prensa, las tertulias y hasta nuestros portales. Los vemos con niños en brazos, e la mano de unos viejecitos, haciendo deporte, y si se tercia, hasta encaje de bolillos. Todo lo que sea necesario para aparentar lo que no son. Todos se acicalan para dar buena imagen, los fondos de armario renuevan, y por las calles y las vallas les vemos: eso es lo más importante.
Y ahora, en el bullicio electoral tratar de entusiasmar a un pueblo cuyo desánimo aumenta día a día. Es necesario votar en esta tómbola, es nuestra obligación, aunque no es tarea fácil, elegir de los males el peor, no es muy atractivo, nuestra elección es acto difícil para que no sea así.
¿Caras nuevas?, en esta ocasión si las hay. Pero los viejos del lugar, de una u otra forma presentes siguen estando. Asaltando sin cuartel nuestras vidas, inmersos unos en líos judiciales y otros vendiéndonos sus caducas mercancías. Eso sí, en ocasiones con caras nuevas.
Ya están aquí las elecciones, la fiesta de la democracia. La tómbola de los políticos, con sus charlatanerías cada día resta entusiasmo a este acto fundamental de un pueblo que necesita cada vez un mayor estímulo. Que más que votar, desean botar a esta casta.
Carlos Ángel González Suárez
Bien, Don Carlos Angel González Suarez, ya me estaba preocupando, porque creí que era el único que pensaba de esta forma, o sea el único loco que anda por el foro. Me alegro en cantidad, tener alguien que piense como yo.
ResponderEliminarBueno su comentario, me gusta, es sereno y bien perfilado. ¿Sabe? Creo que este circo es algo impresentable. No es perfecta la Democracia, pero casi. Sigo manteniendo que ejerceré mi derecho al voto, por él, han muerto, mueren y morirán, millones de personas en este mundo. No quiero defraudarles. No quiero que su lucha sea estéril. Nunca me abstendré, seria traicionar sus memorias. De las tres opciones restantes, tengo clarísimo cual de ellas será la que entre en la urna
Un saludo amigo, ha sido reconfortante leer su comentario. Gracias.
Enrique González un vecino de Carreño
Enrique, es un tío con dos bien puestos. Como tú.
ResponderEliminarY de locos nada. Este concejo necesita gente como vosotros que llamaís a las cosas por su nombre y........... mira que no siempre estoy de acuerdo contigo pero, con vuestra fuerza y vuestro amor a esta tierra, ahí me tendréis a vuestro lado.