Hace un par de semanas, limpiando el despacho de Panín veo
que una ladrona de mierda, una señora gorda, bajita con una visera roja y una
chaqueta como de chándal roja también, que llevaba una bolsa de plástico en la
mano, merodeaba muy sospechosamente por las flores que recientemente han
plantado en la zona de arriba del lavadero de Santarúa.
Me meto medio segundo y cuando me vuelvo a asomar veo a la
muy cerda coger una planta y meterla en la bolsa. Le llamo ladrona y moviendo
su orondo culo se va hacia las nuevas escaleras que han puesto y la pierdo de
vista entre los árboles.
Ahora leo en El Faro que una mujer se dedica a robar en la
zona ajardinada de la estatua de La Marinera y que la han pillado con 16
plantas en su coche.
Os pongo foto de la noticia.
Hay que tener nula vergüenza para destrozar las cosas
bonitas que, con el dinero de todos, ponen por el pueblo.
No soy partidaria de la violencia así que, si me la
encuentro en la calle, prometo no darle una hostia pero sí llevarla en volandas
y cogida de la pechera hasta la policía local. Por choriza y sinvergüenza.
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