LA GILIPOCRACIA

Nadie que no sepa quién fue Napoleón o un gordo mórbido que sigue comiendo donuts, debería tener derecho al voto.

No lo digo yo. Lo he leído en la prensa.

Aunque si nos paramos a pensarlo, tiene cierto sentido. ¿Vale lo mismo mi voto que el de un concejal (digamos rural, por poner un ejemplo al azar), cuya única diferencia con una acémila es que el primero sabe ir solito al baño y la segunda lo suelta allí donde le viene el apretón?

¡Pero eso es meritocracia!-dijo Zapatitos-

Pues claro. El mérito de unos padres que ahorran para pagar los estudios de sus hijos. El mérito de hacer bien tu trabajo. El mérito de conseguir ahorrar, a pesar de los sablazos en impuestos o de las subidas arbitrarias de la luz.

Pero no. Las empresas tienen que contratar su cupo de tontos, su cupo de mangantes, y su cupo de ladrones. Porque todos debemos tener igualdad de oportunidades. El ingeniero y el zopenco optando por el mismo puesto. Discriminación positiva, colega. Luego, si la empresa se viene abajo por estar en manos de ineptos, ya le echaremos la culpa a la crisis y la rescataremos con subvenciones (¿¿os suena Abengoa??).

Por cierto, Amelita (nombre ficticio elegido al azar) ¿tú sabes lo que significa “discriminación”?

-No. No tengo ni puta idea-.

-Ah. Entonces ya entiendo por qué tragas que la discriminación puede ser positiva. Es como decir que una cagada de perro es bella-.

Y así, sin darnos cuenta, nos envuelven, como capullinos, en una tela de araña malévola.

Gilipolíticos en el gobierno, gilipólogos en tertulias televisivas y, por debajo de todos ellos, el gilipollas de a pie, que, con ovejuna sumisión, transige, paga y calla.

¿Puede un Ni-Ni ser diputado?

Un sindicalista jubilado (valga la redundancia), analfabeto certificado (con DOP, IGP y NPI), que lo más lejos que viajó en su vida fue hasta Oviedo…¿Puede ser concejal?

¿Puede una come-pasteles iletrada llegar a la alcaldía?

¿De verdad puede gestionar un presupuesto de millones de Euros alguien que no entiende el ticket de la gasolinera?.

¡Claro que sí, guapi!!. De hecho llegan dando las largas, para que se aparte el rebaño.

Pensadlo, vecinos: Si estamos donde estamos, es porque venimos de donde venimos y vamos hacia donde vamos.