De lo que disfrutaron los vecinos de Tamón, fue de una bufonada y no lo digo por los actores y los cantantes que estuvieron geniales. Fue una falta de respeto a los vecinos y a los actores. Un teatro en una cantina con la barra abierta y vendiendo, sin sitio para sentarse. Es lo que tiene el furor museístico, que deja a las parroquias en estas circunstancias.
Cuando quienes organizan estos saraos no salieron en su vida de una cuadra... pasan estas cosas. Políticos más ordinarios que los de Carreño no los he visto en la vida. Son lija del 80 como poco.
De lo que disfrutaron los vecinos de Tamón, fue de una bufonada y no lo digo por los actores y los cantantes que estuvieron geniales. Fue una falta de respeto a los vecinos y a los actores. Un teatro en una cantina con la barra abierta y vendiendo, sin sitio para sentarse. Es lo que tiene el furor museístico, que deja a las parroquias en estas circunstancias.
ResponderEliminarCuando quienes organizan estos saraos no salieron en su vida de una cuadra... pasan estas cosas.
EliminarPolíticos más ordinarios que los de Carreño no los he visto en la vida. Son lija del 80 como poco.