DE POLÍTICOS, POLIS Y ZARANDAJAS

Después de abandonar el tercer chigre, y camino de quinto cubata, mi amigo, se paró en medio de la calle apoyándose con una mano en la esquina para evitar que una repentina y traicionera ola, le bambolease a derecha e izquierda, mientras, con la otra, a modo de visera, observaba como muy cerca de allí, un uniformado cargado de autoridad anotaba en una libreta el nombre de unos chiquillos que usaban la plaza como si del Bernabeu se tratase. Hacía largo tiempo que jugaban tan absortos en su papel, que los caminantes a su paso los miraban regocijados. A nadie molestaban, a nadie, excepto al diligente policía que, de esta forma hacía cumplir el orden y el respeto de las normas de convivencia que sus jefes le habían establecido. Mi amigo apoyado ya en la barra de la cuarta tasca, llevándose la sabrosa mezcla de coca-cola y Bacardí a la boca, no fue capaz de reprimirse, y en voz queda (casi chispa, pero no del todo)dijo:¡¡ ¿Como pueden ser tan simples ?!!. Miró a su alrededor por si le habían oído. Aunque le importaba tres cojones, pero en ese momento no tenía ganas de discutir con nadie. Si, simples pensó, pero (los vapores etílicos le llevaron a filosofear) peligrosos. Peligrosos unos utilizando su autoridad ante cualquiera y como quiera, para conseguir sus fines, y peligrosos otros, los que no hace mucho contemplaban sin decir ni pío (algunos brazo en alto, que no el puño) a quienes caminaban bajo palio. Un nuevo trago, y la embriagada contemplación de los generosos pechos de la camarera le refrescaron las ideas. Yo, soy un ciudadano,-pensó- pago mis impuestos, las multas, no voy a misa, suelo votar en todas la lecciones, me gustan los cubatas y un buen libro, por tanto, me resulta descorazonador y deprimente el pifostio que se montaron, una individua que responde, nada menos que al cargo de Responsable de Seguridad Ciudadana, (miró para otro lado, no fuese a escapársele una hostia a la camarera, ya que en el momento que la miraba, se estaba partiendo el culo de risa) y de unos envalentonados que con su conflicto laboral han puesto en las cuerdas la petulancia, la arrogancia y el respingo de una concejala a la que hace tiempo, alguien tendría que haberle explicado en que consiste exactamente la política. Mañana –siguió pensando mirando fijamente las estanterías llenas de cosas- haber que nuevas tonterías nos dicen en la prensa, radio y quizás televisión, para justificar sus torpezas, sus ineptitudes, sus incapacidades, las que, por desgracia, estamos pagando todos los vecinos del concejo y en particular los candasinos. La concejala debiera de haber dimitido hace tiempo, no tengo dudas y los polis deberían hacerse el harakiri y tener un par de….(bueno gracias al uniforme les sobran) y enfrentarse ellos solitos, al problema, no jorobándonos a nosotros, pobres y sufridos ciudadanos. De pronto se dio cuenta que el vaso estaba vacío y armándose de valor se dijo: ¡¡ Bueno ya esta bien de mezclar alcohol y política!!. Mi amigo terminó el “cacharro” y sin despedirse de nadie, (extrañamente le había pasado la “juma”) salió a la calle. Al acercarse a su coche, vio que una pareja de municipales le estaban multando. Para disimular, por eso de la alcoholemia, siguió de largo silbando un tango a la vez que les comentaba ¿ Que amigos cumpliendo con vuestro deber¿. ¡Apropósito, doblando la esquina, tenéis otro muy mal aparcado! El tango era Gardel y el coche de un concejal, je,je,je,.
Publicado por "Un vecino de Candás"