REGUERAL "EL VALLE DEL OLVIDO"

Denuncia enviada por la Asociación de Vecinos de Regueral

Hoy, Regueral, nos dirigimos a ti, como la voz que le grita al aire, para que la escuche el viento.
Si es triste sentirse abandonado, mucho más triste es sentirse olvidado. Pero al menos el olvido implica el protagonismo de algún día pasado. Por eso considero, que es mucho peor el sentirse ignorado.
Regueral, tú, en teoría, eres un barrio de Candás, a pesar de hacerlo de una manera peculiar, y cuando lo digo, me refiero a la peculiar manera con que te tratan los responsables de mantener tus mínimas necesidades.
Para reafirmar nuestro grito, no hace falta más que aplicar la medicina más barata que receta la seguridad social "caminatica 0,00 mg." y empezar el tratamiento a partir del tanatorio.
No quiero darle al tema tintes políticos, pero si empezamos el recorrido por la izquierda, vemos una tímida señal de tráfico, indicadora de dirección hacia Tabaza y Avilés, que temerosa se asoma entre la maleza. Mirando hacia la derecha, vemos el forzoso "Punto Limpio" que todo el mundo utiliza a falta de uno oficial.
Siguiendo el recorrido, llegamos al alto del Piñeo también a la derecha, nos encontramos con una mezcla entre vertedero y crematorio de toda clase de residuos incontrolados.
Si el desanimo no nos lo impide, bajamos la Cuesta de Rosalía, no sin antes atravesar la incongruencia arquitectónica del túnel Candas - Luanco.
Llegamos al Llagar, donde podemos descansar en una paradisiaca marquesina del bus escolar, que además hace las veces de" centro social " dado que el lugar que debería ocupar nuestro centro social, que son las antiguas escuelas, está ocupado por el grupo de actividades subacuáticas " El Delfín"… no sabemos porque razón, una actividad particular, ocupa el lugar que debería de estar destinado para uso y beneficio de los vecinos.
Sentados en la marquesina, reflexionamos y recordamos, un tiempo ya pasado, cuando aun siendo ya "los de la aldea" muchos candasinos que hoy superan los 70 años, nos visitaban acompañados de sus madres, en busca de una taza de leche o un pedazo de boroña que, afortunadamente, no faltaba en tus mesas.
Los tiempos mejoraron, y el nivel social permitió que todos los hijos de aquellos tuviéramos acceso a realizar estudios; los de Regueral por supuesto en Candas, donde vimos recompensados con desprecios y vejaciones, el solidario trato de los malos tiempos, por el mero hecho de ser aldeanos.
Tomando otra dosis de tan barata medicina, llaneamos hasta el mítico barrio de " Casa Fernando" donde se forjaron a golpes de yunque y fragua, múltiples herramientas y utensilios de trabajo.
Sorteando antes el argayo que a día de hoy sigue sin ni siquiera señalizarse llegamos a La Torre donde sus viejas piedras nos recuerdan un pasado de rancio abolengo.
Luchando con los matorrales que invaden la carretera, nos acercamos al barrio de La Estación, y allí majestuoso y enérgico resistiéndose al paso del tiempo, contemplamos el antiguo cargadero de la mina, que aunque no muy estético, nos recuerda la importancia de tu pasado minero. No olvidemos que de aquí partió la primera línea férrea que llego hasta Gijón, llevando el mineral de hierro que cargo el primer barco que estreno el puerto de El Musel.
Por eso Regueral, hoy te gritamos, ÚNETE, OLVIDA RENCORES Y QUERELLAS, Y COMO A LÁZARO ESCUCHA LA VOZ QUE TE DICE " LEVÁNTATE Y ANDA".
Moraleja:
Como cualquier medicina que se precie, tiene contraindicaciones " no aplicable en la carretera de Regueral" pues al tener que invadir forzosamente medio metro de calzada, se corre peligro de atropello.

Aprovechando la oportunidad que me brinda este medio, agradecemos al Sr. Don Oscar (concejal de medio rural) que ante la insistencia de un miembro de la Asociación de Vecinos de Regueral, por acelerar los trámites para la limpieza de la carretera, y advirtiendo que los vecinos están hartos, y se van a tirar a limpiarla ellos mismos, su contestación fue "PUES QUE SE TIREN".

Sr. le recuerdo que el hecho de ser concejal del "MEDIO RURAL" no justifica para nada, su falta de educación, y ya que la eficacia de su labor deja bastante que desear, procure que sus palabras al menos no sean ofensivas. Puede usted tranquilamente presentar sus disculpas ante tal Asociación, pues le aseguro que serán bien recibidas.
Sin más un saludo.
ASOCIACIÓN DE VECINOS DE REGUERAL.