A pesar de entender que puedan molestar a algunos, las gaviotas han sido las que me han decantado a la hora de elegir el sitio donde quería vivir.
Cuando las escucho, se que el mar está cerca y yo no puedo vivir sin el mar al lado.
En mis estancias en Madrid por trabajo, me resultaba enormemente triste levantarme sin escucharlas y me ahogaba sabiendo que el mar estaba muy lejos.
Mi hogar siempre estará junto a las gaviotas. Y a pesar de que en Candás no se las quiere, ellas seguirán acudiendo año tras año y yo escuchando ese sonido que me recuerda que estoy en casa, junto al mar.
Publicado por Moderadora
está muy bien el servicio este,pero no siempre quitan los huevos,hay veces que vienen cuando ya nacieron los polluelos y cuando los retiran es una pena ver y oir a los padres llamarles,es angustioso pero reconozco que este servicio es necesario ya que destrozan los tejados,que se vá a hacer,no se puede tener todo en la vida
ResponderEliminar¿Por que sera que los nuevos blogueros que aparecen estan recien creados? ¿De creacion reciente para dar credibilidad? o por lo menos intentarlo.
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