sábado, 14 de agosto de 2010

El sonido del mar

A pesar de entender que puedan molestar a algunos, las gaviotas han sido las que me han decantado a la hora de elegir el sitio donde quería vivir.
Cuando las escucho, se que el mar está cerca y yo no puedo vivir sin el mar al lado.
En mis estancias en Madrid por trabajo, me resultaba enormemente triste levantarme sin escucharlas y me ahogaba sabiendo que el mar estaba muy lejos.
Mi hogar siempre estará junto a las gaviotas. Y a pesar de que en Candás no se las quiere, ellas seguirán acudiendo año tras año y yo escuchando ese sonido que me recuerda que estoy en casa, junto al mar.
Publicado por Moderadora

2 comentarios:

  1. está muy bien el servicio este,pero no siempre quitan los huevos,hay veces que vienen cuando ya nacieron los polluelos y cuando los retiran es una pena ver y oir a los padres llamarles,es angustioso pero reconozco que este servicio es necesario ya que destrozan los tejados,que se vá a hacer,no se puede tener todo en la vida

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  2. ¿Por que sera que los nuevos blogueros que aparecen estan recien creados? ¿De creacion reciente para dar credibilidad? o por lo menos intentarlo.

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