Comentario de un vecino

El anonimato, la impunidad del cobarde.
Lo primero que hemos de tener presente es que en la red el anonimato no existe, nuestros proveedores pueden dar fe de ello, siempre es posible averiguar dede donde nos conectamos, e incluso el número de serie del modem que estamos utilizando, ese monton de números y letras todo lo dice, además del IP.
Tristemente el anonimato se a convertido en una forma de cobardia. Impunidad como herramienta de agresión, ofensa e injuría. Podemos, de hecho saber con bastante facilidad quien está detrás. Pero ante el vacio legal existente los fiscales poco pueden hacer, y nunca podrán iniciar un procedimiento judicial, salvo por unos pocos delitos que con frecuencia son cabecera de los diarios.
“Como no soy más que un nick escondido detrás de una mesa y una pantalla, me permito todos los escesos que cara a cara no tendría las agallas de cometer.
Y como Cela diría, hago lo que me sale de los cojones y los demás me la sudan. Sus opiniones, sus derechos, el respeto debido. Solo importa lo que a mí me salga de los cojones o de los ovarios, por eso del lenguaje correcto de este momento.
Soy un gañan, un estúpido, un ignorante y un borrego, voy por la vida demostrando mi gran superioridad y petulancia, atacando y ofendiendo a todo bicho viviente.
Volviendo a Cela, y con su perfecto castellano, aquí bien puedo joder bien jodido a todo el mundo. Claro está, cosa que en mí triste vida no tendria los suficiente cojones ni ovarios a hacer, pues con mi nombre y apellidos tendría miedo de que yo pudiese resultar realmente jodido, muy dsitinto es en la vida virtual, esa que ampara mí cobardía.
A ese anonimato le sigue la farsa de la impunidad, si monto el número en la calle y me detienen, vendra “papá”o el “jefe” a sacarme las castañas del fuego, si hago una gran fechoría, de ella me vanaglorarie, y el resto del rebaño me jaleará y me pondran la medalla al más tonto del pueblo, que por cierto,últimamente esta muy cotizada en estos lares virtuales; si insulto o digo barbaridades en la red, a lo peor me expulsan, pero me construyo otro nick a medida de mí miserable cerebro para seguir cultivando mí estupidez”.
Este pensamiento es fácil de suponer que sería el de un farsante digital, esos que pueblan la red, sobre manera los foros y blog. Les encanta llenar, en puro castellano, de mierda todo lo que no sea suyo o no se ponga a su servicio. Así pueden descargar sus frustacuiones, insultan a su propia inteligengia en su necesidad de buscar notoriedad, aunque sea escondidos detrás de la pantalla de un ordenador, defienden a su lider o jefe creyendose así más hombres. Serian capaces de ajusticiar a todos los que no opinasen y pensasen como ellos, por suerte virtualmente, pero ellos desearian ser el verdugo que efectuase el tiro en la nuca al reo. Buscan el conflicto por puro entretenimiento, acosando, injuriando a todo el que no piense como ellos.
Por desgracia, somos víctimas de está sociedad, que premia al tonto, al estupido, al graciosillo, al vago, al mentiroso y al que desprecia a todos aquellos que generan contenidos, y aportan ideas para su discusión y, procuran fomentar la cultura y la inteligencia, aunque sea desde luego desde un anonimato positivo, como a lo largo de la historia quedo demostrado con la utilización de seunonimos, pues muchas ideas no se pueden aportar sino es desde esa forma.
Estas personas o personajillos no son más que basura digital, que abusa de los derechos de todos para negarselos a los demás. Tristemente, esto es una ampliación de su vida real, en la que unos don nadies, pues ni personalidad tienen y mucho menso son conocidos por sus actos.
Esta impunidad la utilizan para atacar a sus propios amigos, se sirven de ella para saldar sus envidias y rencores de las personas que sombra les dan. Cosa que cara a cara por su cobardia no se atreverian a hacer. Desde el anonimato todo es mucho más fácil.
Eso sí, ellos se creen “Victoriosos” por lo que hacen, pero en su gran cobarcia la cara no se atreven a dar, como todos sabemos, por nuestros hechos y forma de actuar se nos conoce, y aunque nos escondamos detrás de un ordenador, nuestros defectos nos acabaran delatando. En lugar de buscar la ofensa y la calumnia, mejor os dedicabais a solucionar los problemas diarios de vuestras vidas con compañeros y amigos, a saldar las deudas diarias de la vida y, de dejar de creeros los puequeños dictadores con cargos y puestos que nadie quiere, salvo por aquellos que con anterioridad ya espuse su forma de ser, pensar y comportarse, que solo se atreven a demostrar desde el anonimato basandose en impunidad de la cobardia