Desde ahora en adelante, nos esperan unos días realmente entretenidos. Comenzaremos a escuchar a ver y leer las tonterías, que nuestros ilustres representantes del pueblo, de izquierdas o de derechas, nacionalistas o republicanos, o todos juntos en comparsa, comenzarán a soltarnos sobre el amplio repertorio de sus grandes logros, de sus impecables trabajos y sus esmeradas gestiones políticas siendo la de cada uno la mejor, y la de los demás, una mierda.
Y como preludio del segundo acto, el espectáculo abrió su función en “Catalunya”( con y griega por si acaso).
Pero no comentaré nada sobre las elecciones catalanas, allá ellos y sus nacionalismos, ya tenemos bastante nosotros como para preocuparnos de los que se insultan en otras lenguas, con lo fácil que es hacerlo en una sola, en la nuestra, en la de Cervantes, en la de Quevedo, en la de “Pina la de la academia”, en la de “Don. José” cuando daba clases particulares en la buhardilla del edifico que hoy ocupa al ambulatorio de la Seguridad Social, y que tantos de nosotros conocimos, yo creo que dan mucho juego, muchísimo mas juego. En fin, allá cada cual con su tortilla.
La veda se abre, y los dimes y diretes que hace unos meses no se atrevían a decir por miedo a que alguien les vociferase; mal educados, antidemócratas, separatistas, xenófobos, machistas, y un largo etc. etc, resulta, que en las campaña electoral, todo vale.
Nuestros salvadores de la patria, pierden el sentido del pudor, se inhiben de sus acumuladas frustraciones, y dejan al descubierto su otro yo, su otra cara oculta, muy distinta a la del político considerado y demócrata de toda la vida y defensor de las causas nobles.
Comienzan durante unos martirizantes e interminables días a comernos más la cabeza, -por no decir otra cosa- en la radio, en la prensa y sobre todo en la tele, donde además podemos ver sus actos, sus conferencias y mítines con llenos hasta la bandera de vociferantes seguidores, que después de zamparse el bocata que le dieron a la entrada, captaron las cámaras previamente asesoradas, y luego revisados y seleccionados los reportajes nos los meten a calceta para que quedemos alucinados con su tremendo poder de convocatoria.
Se que es pronto, y pido disculpas por ello, pero después de tragarme por narices lo que va hasta ahora de la pastosa campaña catalana me entro un acojone difícil de superar Nuestro martirio todavía no ha comenzado, aún faltan unos meses, pero viendo lo que se ve, prefiero estar preparado pues para cuando comience este desfile carnavalesco en nuestro concejo, me gustaría tener la certeza de poder partirme el culo de risa, que no morir de un ataque de cólera, ante lo que se adivina que nos contarán estos angelitos.
De momento parece que el panorama está tranquilo, un poco más calmado, precisamente, porque como tienen la boca y las ganas de trabajar cerradas a cal y canto las ultimas chorradas no merecen una letra. De momento, los ciudadanos podemos disfrutar de una inusitada tranquilidad, por lo menos, hasta que comience la función.
Hasta pronto.
Enrique González un vecino de Carreño
Por una vez y sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo con Enrique.
ResponderEliminarNo soy hombre de grandes discursos aunque parezca lo contrario, así que, anónimo de las 18,47 Gracia, y por tu amabilidad haré una mas largo ,muchas gracias.
ResponderEliminarEnrique González un Vecino de Carreño
Pues yo digo lo de siempre. Se puede decir lo mismo sin ser tan toston.
ResponderEliminarPara mi amigo el anónimo de las 23,47; Bien “Don erre que erre” No sabes lo satisfecho que me quedo al ver que aceptaste el trato. Ya sabía yo, que serías como un chute de Viagra para mis sensitivas neuronas. Para su finalidad real (es decir, para echar un casquete)afortunadamente no la necesito todavía, mas adelante no te prometo nada. Seguro que con este comentrio no me podrás decir que soy un tostón
ResponderEliminarNo desesperes amigo. Cumpliremos el trato ¿De acuerdo?
Enrique G. un vecino de Carreño.
Muy buen artículo
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