Con mucha pena, o con mucha rabia, he vuelto hoy de dar un paseo con mi hijo del Parque Les Conseveres. No hace un par de meses que veíamos con alegría que las quejas de los vecinos por fin eran oídas, y el área infantil restaurada. Como podéis ver la alegría dura poco a causa de unos desalmados que usan estas instalaciones de forma indebida. Desde aquí quiero recoger mi parte de responsabilidad y decir que como educador procuraré por todos los medios que mis hijos nunca demuestren esta falta de respeto y de empatía, que veo en gran parte de la juventud que nos rodea. Creo que la mayor responsabilidad de esto recae en nosotros, los padres.
Un saludo.
Publicado por Escaramujo.
Compañeru Escaramujo ¿como van a educar a sus hijos quienes no tienen educación?. Este pueblu ye así y morirá así. Con mala educación, envidias, mentires, muches mentires, trapicheos, dimes y diretes, corrillos para ver a quien matan verbalmente...
ResponderEliminarYe mi Candás aunque no me preste mucho.
Antón quizás tengas razón, pero duele mucho luchar y dar la cara por algo, y ver que no vale absolutamente para nada. Todavía tengo en la retina a mi hijo de apenas dos años recogiendo la basura y tirándola a la papelera, y eso es lo que quiero que tenga el día de mañana. Apuesto por el futuro, ya que el presente lo doy por perdido.
ResponderEliminarEscaramujo, tú prefieres estar junto a tu hijo y su educación en vez de meterte en un chigre a hablar mal de vecino. Esa es la diferencia entre la educación que algunos hemos recibido y el callejeo de otros cuando eran niños. Tú transmites lo que aprendiste de tus padres y ellos hacen lo mismo. El triste lo mismo.
ResponderEliminarLa recompensa es que tu hijo será un hombre de bien y los otros unos degenerados. De hecho ya ves que ya lo son.
Siéntete orgulloso de lo que hicieron tus padres por tí y de lo que tú estás haciendo por tus hijos.
El resto que mire lo que consiguieron sus padres y lo que consiguen ellos. Una manada de borregos que nunca lograrán nada en esta vida por méritos propios.
Tu hijo será un ganador y ellos ya son unos perdedores.
Tu recompensa será tu orgullo de padre cuando se haga un hombre. Los otros no tendrán recompensa y si la tienen será demasiado amarga.