En varias ocasiones hace meses y hace pocos días la última, os lo dije. Gijón, la "pretendida" joya de la corona asturiana para los socialistas, que no para los asturianos, hace mucho puso su punto de mira en Carreño. Ansiaba sus riquezas, las de la CV de Perlora y lo consiguió. Ansiaba un lugar donde almacenar toda su mierda y lo consiguió. Ansiaba arrebatarnos terreno y lo consiguió en el linde del terreno ganado al mar, en el Cotarón y en el Alto Aboño.
Esperemos que lo que le dijeron a David Orihuela no se cumpla y nunca veamos ondear en la plaza de la Baragaña la bandera de la villa de Jovellanos.
Pero para que eso no suceda deberíamos contar con un ayuntamiento fuerte que lo impidiera y, a la vista está que no lo tenemos.
Gijón avanza hacia el cabo Torres sin que nadie se lo impida.
Y ya quiero aprovechar para felicitar a David Orihuela por haberse mantenido firme y no disculparse públicamente con quien no se lo merecía y menos hacerlo por dar su opinión. Que sepamos, aún existe la libertad de expresión en este país y nadie tiene que disculparse por darla.
Publicado por Moderadora
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