sábado, 3 de diciembre de 2016

Dime preciosa ¿Quién eres?

Te lo preguntaba ayer a través de uno de los cientos y cientos de miles de anónimos, que a lo largo de estos 10 años han entrado en tu Blog, en tu segundo “Yo”, y te lo preguntaba, con el mismo cariño que iguala mi mala intención, esa que tú sabes que suelo tener de vez en cuando. Sabía que no ibas a poder contestar. Y acerté.
Es la única pregunta que nunca serás capaz de responder, y tendrás que dejar que lo hagamos por ti. Lo que eres para “algunos” no lo comentaré, porque lo has ido viviendo día a día durante estos 10 largos años, y además, porque no quiero que nadie menoscabe tu triunfo, dejémosles que sigan comiéndose las uñas ¿Recuerdas¿.
Te gané mi querida Rosanna, y te gane porque tú, nunca serás capaz de decir lo que para nosotros eres, lo que representas, y nunca nos dirás que eres como una válvula de escape por donde se cuelan nuestras frustraciones, nuestras cobardías, nuestras presunciones y vanidades.
Te conozco y sé que nunca nos reprocharas ni nos echaras en cara, que gracias a ti, hemos tenido valor (aunque fuese anónimamente) para llamar a determinados personajes prohibidos, inútiles, ineptos, corruptos, desalmados, incluso a algunos crueles e inhumanos, ¿Y sabes por qué¿ Porque al pulsar cada tecla de nuestro ordenador, tenemos la seguridad de que nuestra furia, nuestra ira, nuestro enfado, o nuestra cobardía, viajan serenos y seguros a ponerse bajo tu protección.
No quiero alabarte más de lo necesario. Te conozco y no quiero por nada del mundo ser el blanco de tus iras y tus furias, sería demasiado peligroso, y algo me dice que no debo hacerlo. Lo dejo para “los otros” esos que nunca te alabaran porque te odian, te detestan, quizás porque eres su miedo, y su pesadilla.
Diez años, diez largos años en lo que poco a poco, como la hormiguita fuiste convirtiéndote en la voz de la razón de todos de los que estamos contigo, y de aquellos que nunca lo han estado, esos, “los otros,” a los que un día sí y al otro también, les has levantado un terrible dolor de cabeza al leer tus comentarios, y en más de una ocasión soltar un enrabietado …“hija de..” salido desde lo más profundo de su rencor.
Sé que no quieres y que no te gustan las felicitaciones pero tengo que mandarte la mía:
“Querida Rosanna cuando los perros ladran sabemos que caminas”
No te pares nunca. Un abrazo fuerte, fuerte.
Enrique González
***PD. Para mi amigo el crítico de turno: si, de M. Cervantes cambiados los términos y expresiones.

7 comentarios:

  1. Otra vez?Qué cansino.Pordios.Traele un ramo de rosas leñe y déjate de tanta tontería.

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    1. Ya se que os jode pero......
      Por cierto el mayor y más precioso ramo de rosas me lo manda todos los días. Es su amistad y la de su esposa.
      Eso no se paga con nada.

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  2. Sublime Don Enrique, como siempre. Ha dicho lo que no nos atrevemos a decir los tontos. Lo pensamos pero decirselo....... no somos capaces.
    Yo soy mas feliz ahora con este blog, tengo donde decir, tengo la oportunidad de leer las opiniones de otros vecinos, se ha creado un punto donde todos podemos dcir lo que pensamos, cierto que desde el anonimato pero..... solo es cuestion de tiempo y de que la moderadora siga a nuestro lado.
    Con ella al frente todo ye mas facil. si ella puede nosotros también tenemos que poder.
    Usted ya firma con su nombre y apellido. Es usted un valiente, como ella. Dos puntos de referencia que nos dan fuerzas para hacerlo también nosotros.
    No deje a la moderadora de la mano porque intuyo que parte de su fuerza es gracias a usted y el cariño que dice se tienen sus familias.

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  3. Efectivamente sublime "Don Enrique" pero también sublimemente cansino...los afectos no se demuestran así. Es como el que pone la mano abierta delante de los ojos y dice que no lo quiere ver. Todo mi respeto, por cierto.

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    1. ¿No crees que cada uno demuestra los afectos como los siente?.
      Es un afecto hacia mí y mi labor y creo que tengo que ser yo quien juzgue, no tú.
      Tu puedes leerlo o no, no eres el destinatario.
      A mí me ha encantado y me ha hecho llorar por la inmensa suerte que tengo de tenerle como más que amigo, hermano.
      Ni mi familia ni la suya necesitamos decirnos nada. Nos queremos por encima de todo. Y el anónimo de las 17,22 tiene razón. Muchas veces si no me caigo es porque el está ahí impidiendo que lo haga.

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  4. A esto se le llama AMISTAD. Os aseguro Enrique y moderadora que en este maldito pueblo nadie tiene la suerte que tenéis vosotros, vuestras familias, de quereros de esa manera y apoyaros tanto. Enhorabue a ambas familias.

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  5. La moderadora ye fundamental para este conceyu, ye la que habla por nosotros los COBARDES y Enrique solo ha dicho lo que muchos sentimos por ella, agradecimiento por su labor de coraje y agradecimiento porque nos da voz

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