Esta, sin calificativo, oyó tambores pero no lejanos, si no cercanos. Llama a los demás lo que es ella y los suyos. Se aprendió bien la lección. Se la repitieron tanto que ahora piensa que todos son como ella y sus amiguines.
¡Bravo Adriana!. Por fin un socialista que dice la verdad de lo que le rodea. Lo que pasa es que vosotros no tenéis dos, tenéis tropecientos mil fachosos en vuestras listas.
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