Siempre he pensado que Podemos existe porque hay demasiado lelo suelto

He dicho lelo por no ofender pero, la realidad, es mucho más cruda.

Han tenido que joder España para darse cuenta de la maldad que hay entre las cabezas de ese partido. No entiendo cómo la gente puede ser tan básica que se lanza a los brazos del primero que le dice lo que quiere escuchar.

Ahora entiendo las prisas del soplagaitas mayor, el coletari, por formar parte del gobierno. Jamás sacarán ni medio diputado así que hay que aprovechar el “braguetazo” que han dado en estas elecciones para enriquecerse.

Entre lo que sucede en el resto de España y lo que tenéis aquí, en Carreño que ya veis que no existen, que no mueven un dedo, que están ahí porque debe molar decir que eres concejal, espero que hayáis entendido que no hay fórmulas mágicas, que gritar más alto no sirve más que para ensordecer, que la realidad es la que es y la que estáis viendo aquí.

Podemos, Somos y todos esos nombres que pululan por ahí bajo el zapato de Podemos, son solo un grupo de desubicados y aburridos que han arrastrado a los que son como ellos.

Pero ya veis qué poco dura el macabro invento. ¡PLUF!, explotó la burbuja de la estupidez.
Y ya veis que aquí y gracias a los lechugueros, también se está desinflando el invento.

La dimisión de nueve miembros agrava la situación de Podemos en Madrid