Bien que hubo para la última borrachera celebrada durante las pasadas fiestas y bien que hay para darles a los hosteleros dinero para que monten sus garitos y saquen sus buenos euros. Pero para los murales y ahora las esculturas, vamos, todo lo que sea arte, nunca hay medio euro.
Ayer fueron los murales de Alfredo que están en una situación peor que lamentable.
Hoy le ha tocado a la estatua del pleito de los desfines.
Todo abandonado a su suerte
Y un pueblo que no mima sus obras de arte, es un pueblo inculto.
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Pues no puedo estar más de acuerdo. Lo primero habría que tener respeto por la opinión del artista en temas de restauración.
ResponderEliminarConsiderando a los artistas "padres" de sus obras me imagino el sufrimiento que deben de tener al ver el trato que reciben sus "hijos".
Independientemente del gusto estético de cada uno, que las obras nos pueden gustar o no, es un deber conservar el patrimonio artístico y cultural que tenemos en Carreño.
Y lejos de concepciones artísticas, la fuente de los Delfines está en el recuerdo de muchos niños y niñas que hemos jugado el parque del maestro Antuña. Decir que el agua nunca estaba cristalina pero nunca es tarde para solucionarlo.
Y en cuánto a los murales de Alfredo ¿a alguién se le ocurriría entrar en un museo, orinar,pegar balonazos, apoyarse y pintar un cuadro?
Con otra escultura se ceban quitándole las gafas, será para que el genial cineasta no vea la mediocridad que caracteriza a sus ejecutores.
Hay quién carece de civismo y de educación.
¿Habrá entonces que beber y olvidar que es a lo que nos incita la sociedad?.
Me niego.