Es lo que acabo de hacer yo mientras leía la noticia de La Nueva España “La crisis pone en riesgo las nuevas centrales de gas, advierte la patronal eléctrica”.
Sonrisas porque en el fondo la crisis está sirviendo para algo si es que las crisis sirven para algo. Si no hay dinero se paralizan proyectos aberrantes como los que tenemos para Asturias.
He dicho se paralizan pero… no se olvidan. Puede que yo, por mi edad, me libre de verlos plantados por toda mi querida Asturias. Pero dudo que la siguiente generación se libre de ese atropello. Esas son mis sonrisas y mis lágrimas.
Lo triste también es que tengamos que alegrarnos de algo tan nefasto como es una crisis pero, antes de que te aprieten los machos, prefieres que te pisen el pie.
Después del suspiro de alivio que se siente al leer la posible paralización de esos proyectos, pasamos a leer la enumeración de los mismos y vuelven las lágrimas y la incertidumbre porque, cuando se instalen en nuestra geografía, Asturias se verá reducida a un montón de chatarra contaminante. España contará con un punto más que negro en su geografía y creo que hasta tendremos que pagar un canon las personas que vivimos aquí y queramos ir a la otra punta de España a veranear porque nadie va a querer en sus ciudades o pueblos a los ciudadanos asturianos contaminados.
Triste es decirlo pero, a Asturias solo le queda la lamentable esperanza de seguir inmersa en la crisis. O eso o nuestro fin como seres humanos sanos, está próximo.
A mí ante esto, se me pone el pelo como si llevara peineta.
Publicado por Antón
Anton lo has bordado. Recemos para que la crisis siga y nuestra salud no se resienta, solo nuestro bolsillo. Que Dios mande al infierno a estos *.* *.* *.* porque no sirven ni para limpiarse el *.* con ellos.
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