domingo, 18 de febrero de 2018

EL CLUB DE LA BUENA GENTE

Había “Buena Gente” por todas partes. Fue poco antes de la crisis del ladrillo, cuando gallina europea empezaba a cagar los huevos de oro cada vez más pequeños.

Por aquella época conocí a Pituffo Lastratto, sonriente y bronceado como si acabara de llegar del Caribe. Causaba furor en los comités de la FECAL (Federación de Caciques y Ladrones). Cámaras del Trinque, fundaciones, subvenciones por aquí, comisiones por allá, adjudicaciones a dedo por acullá... Y sobre todo premios. Premios otorgados por y para sí mismos: Demagogo del Mes, Fartón de Año, Hacedor de Componendas del Siglo.... Se vestían de gala, acudía la prensa y todos posaban, risueños ante la placa de tamaño reconocimiento.

Lastratto controlaba los asuntos medioambientales. Era un tipo simpático. Te daba su número de teléfono (nunca contestaba), mostraba gran interés y preocupación por el bienestar de cuantos le seguían, repartía palmaditas, besos y abrazos, y también tomaba notas minuciosamente en una libreta, que al final del día acababa en la basura. Por eso, en cada reunión, la libreta lucía siempre impecable. Porque era nueva. Lastratto reportaba a Xavi ElMudu, del que, no diremos gran cosa, porque no era más que un mojón timorato.

Me estrechó la mano, grandilocuente, como un íntimo amigo al que hacía tiempo no veía. Parecía sincero, si no fuera por el pequeño detalle de que en la puta vida me había visto antes.

Manolone Nociollo (se pronuncia Nocholo), cacique local, me había conseguido un trabajo de chico de los recados con la familia de los Arcelone, que controlaban el negocio del acero.

El acero era caro de producir en comparación con China, pero con los “ajustes” adecuados se podía reducir considerablemente el coste. El plan era simple: se suprimían todo aquello que perjudicara la producción, como, por ejemplo, los controles medioambientales, el lavado y filtrado de gases y la gestión de residuos.

Como yo era un chico callado y diligente, pronto me encomendaron tareas más importantes con los Arcelone. Así, conocí un ecosistema paralelo y ajeno al mundo en el que tú, intrépido lector, habitas y sin embargo financias, vaya que si lo financias…

Se llamaban entre sí “La Buena Gente”. Gente emprendedora, activa y comprometida…Pero, comprometida con qué, pensará el honrado contribuyente. Pues con qué va a ser, con la pasta con la que usted forzosamente contribuye.

No había una estructura piramidal concreta, sino que era más bien una especie de nodos interconectados. Nunca llegué a conocer al gran capo de los Arcelone que, según decían, vivía en el extranjero. Sus funciones las desempeñaba un hombre enjuto y taimado, con pinta de funcionario gris: Osvaldini, que procuraba pasar siempre desapercibido.

La Donna Oronda controlaba los pueblos de alrededor de las fábricas. Su discurso era de una simpleza tan elemental que encandilaba al populacho. Todo en ella era redondo, pero sin simetría esférica, sino más bien un conjunto de curvas mal entrelazadas. Como una carretera diseñada por romanos, asfaltada por godos y recalificada por moros. Su boca pequeña y nariz afilada le daban un aspecto gallináceo. Era como una pularda gigante envuelta en abrigo de pieles. Pero era Manolone Nociollo, su mano derecha y, al mismo tiempo, confidente y esbirro de Pituffo Lastratto, quien movía los hilos.

Nociollo había sido un destacado sindicalista en el clan de los Arcelone. Siempre atento a abortar conatos de huelga y a delatar, dividir y traicionar a sus compañeros. Básicamente seguía haciendo lo mismo, pero ahora su rol era de “Apaciguador de Proximidad”. Acudía a las juntas locales de vecinos, prometía favores, confabulaba, instigaba intrigas y fomentaba los enfrentamientos entre particulares.

El siguiente en la trama era Gabo Carretillo, pequeñajo y paticorto. Faltón, desafiante, bravucón de chigre, de verbo soez e intelecto bajuno. Aunque, en realidad, no tenía ni media hostia. Gabo era el encargado de desacreditar por cualquier medio a la oposición.

La otra familia que controlaba el cotarro medioambiental la encabezaba el Rey de la Basura, también conocido como el Banco Jones. Untaba a todo dios a base de sobres, sobrecostes y adjudicaciones y siempre repetía la misma coletilla: “Manda cojones, se piensan que soy un banco”. De ahí el sobrenombre. Era un tipo siniestro que se mantenía con mano férrea en el cargo desde hacía más de 30 años, a base de cultivar el arte del soborno y la corrupción al por mayor, al por menor y al detalle.

Pituffo Lastratto era el enlace entre ambas familias y procuraba mantener una “entente cordiale” para no generar fricciones. En teoría, también era el defensor de la salud de los ciudadanos ante las grandes industrias, pero había delegado esa función a la Oficina del Maestro Armero.

La vida nos sonreía a los miembros del Club de la Buena Gente. Cenas gratis en el reservado de restaurantes de lujo, viajes, préstamos que no se devolvían nunca. Bastaba una llamada para obtener aquel permiso de obra que tanto tardaba. Una multa que de repente desaparecía, un piso de protección oficial al que optabas con prioridad y luego lo vendías a precio de mercado.

Sin embargo, aquella nube tóxica cambió mi destino para siempre. Vertidos en horas nocturnas, explosiones, gases altamente contaminantes…Todo ello se sucedía sin problemas ante las continuas protestas y desesperación de los vecinos.

Sin embargo, aquella nube fue diferente. Quiso el azar climatológico llevar la puñetera nube hasta Inglaterra. Su Graciosa Majestad montó un cirio de tres pares de cojones. Amenazó con invadirnos enviando a la XVII División de la Real Chusma Borrachuza Británica a confiscarnos toda la sidra y luego vomitar, orinar y cagar delante de la Consejería y también con bloquearnos el lucrativo comercio de las llaves inglesas.

Pituffo Lastratto, estaba agarrado por los huevos. En una hipotética pugna entre él y Arcelone, con sus amenazas de deslocalización, se podía ir dando por bien jodido.

A través de un lacónico comunicado aderezado con toda clase de gráficos, expertos y documentos, Osvalidini se desmarcó del asunto, argumentando que esa nube pudo haber venido de cualquier parte. Que el aire es libre, el cielo es la casa de Dios y si el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo. En fin, una sarta de babayadas impresionante. Pero oye, coló.

Hacía falta un chivo expiatorio para salvar el culo de Pituffo…y pronto.

Fiel a su esencia, Manolone Nociollo era el elemento adecuado para ejecutar tan sucia tarea y el azar, junto con el rencor por alguna afrenta no satisfecha, me trajo el soplo de que yo mismo podría ser un buen candidato a chivo cabruno.

Cuando la corrupción se generaliza y se prolonga en el tiempo, se vuelve rutina y es por ello que desaparece la cautela en los corruptos. Canté y documenté todo lo que sabía a la prensa, pues, aunque yo también vivía inmerso en la corrupción, soy de naturaleza discreta y acostumbro a guardar bien la ropa antes de darme un baño refrescante.

Hubo juicio, multa, destituciones, una diplomática bajada de pantalones, una partida de sidra gratis y un viaje a Benidorm para los guiris ofendidos. (a costa de los presupuestos regionales), claro está.

A mí me echaron del trabajo.

Ahora tengo que hacer cola en el supermercado y pagar los préstamos al banco. Si quiero ir al dentista, tengo que pedir cita.  He vuelto a vivir en casa de mis padres, soy mileurista y mi vida es gris y monótona. Soy un currelas cualquiera, un tiñalpa, un pringao, un bobera al que ya nadie importa lo que piensa. En fin, un don-nadie…

26 comentarios:

  1. Muy bueno Milano nunca vi tantas verdades juntas.

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  2. Es un escaner perfecto del actual sistema,imposible mejorar la descripción.No tengo palabras Milano.

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  3. Olé,olé y olé y viva la madre que te parió.

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  4. Milano, hay que date el Nobel, está calcao tal cual es. Cualquier parecido con la realidad es la puta verdad.

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  5. Este Milano de donde coño saca tanta información?.Mode dices que ye cura?.Igual al confesar se entera de todo,este tipo ye genial,toy empezando a mirar a los curas de otra manera.

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    1. Cura y de sotana y alzacuellos. No de los "modernos" pues ya peina canas.
      Es al único cura al que respeto porque tiene una mala hostia que mete miedo.

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  6. Milanu, menuda película podíamos montar con ese guión. Yo por ver a la pita oronda pagaría lo que fuera, jajaja

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    1. Si, la version asturiana de Los Santos Inocentes pero aun mas dramatica porque aqui los santos les regalamos el cortijo a los señoritos.

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  7. Ni Clarín describía asi a la sociedad de su época.Un genio Milano. Hoy habrán leído esto unas cuantas veces.

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  8. Hola Milano, aunque tarde leí tu cometario y solo puedo decirte que: ¡¡genial amigo ¡! Es un doble placer leerte. Uno, porque tus escritos ni aburren ni cansan, (cosa que ya empiezan a hacer los míos) y dos porque me imagino los efectos que en esa chusma tienen que causar y solo con pensarlo ya entretiene y uno se siente bien.

    Sigue así amigo. Quizás con ello influyas para que este ayuntamiento tenga pronto la corporación que se merece.

    Un cordial saludo

    Trasgu Enfadau

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  9. Advierto, los insultos van a la papelera sin terminar de leer la primera línea.

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    1. Pues yo creo que deberías ponerlos. Si a alguien le jode esta historia es porque se siente aludido o vive de a costa de ello.
      Y los aludidos, que se jodan. Desempeñan cargos públicos, y bastante mal, por cierto.

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    2. Los rebuznos de borrachos no se van a publicar en este blog. Para eso ya tienen InfoCarreño.

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    3. Tambien creo que debes ponerlos.
      Es una forma mas de descubrir LA TALLA BAJUNA de esa gente.

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    4. No creo que a estas alturas nadie necesite pruebas de que en este pueblo vive una banda de HIJOS DE PUTA. Prefiero que viertan su mierda en este blog a que arreen a sus parejas o hijos.
      Teneis un problema grave en este concejo debido al paro y a la ingente cantidad de alcohol que se consume pero, es un problema vuestro y ahi no voy a entrar.
      Voy a poner moderación severa y esos comentarios irán directamente a la carpeta spam sin ni siquiera pasar por moderación.
      Es una herramienta que proporciona blogger y voy a utilizarla.

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  10. Milano parece que equivocó su carrera.Cuántas verdades y que bien escritas, sencillamente es GENIAL.

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    1. Algunos curas merecen la pena. Milano es uno de ellos. Sí, es un tipo genial.

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    2. ¿Pero Milano vive en Tamon o en la Casa Sacerdotal para curas retirados atendido por juapas monjitas latinas?

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    3. ¿En Tamón? jajajajaja. Milano vive en SU CASA que está en Asturias pero NO en Carreño.
      Las pingos esas déjalas para los jubilados necesitados de Candás.

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  11. Pues se comenta por ahí que no es cura ni nada. Ahora dicen que es un paisano del Montico. Uno al que llaman Bujía

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    1. Jajajajajajaja. Mejor le llamáis carburador, jajajajajaja.
      A ver, con mucho pelo y blanco. De unos 65/70 años, bajito y delgadito y cura, pero cura, cura, cura.
      ¡Pero si ha estado comiendo en mi casa! jajajajajajajaja.

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  12. Joder, esa es la descripción de Bujía!!, aunque creo que tiene más de 70 años. Además se parece al papa Benedicto

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    1. Pues no, no es el. Milano se parece a Juan Pablo I, lleva sus mismas gafas. Además, la alcaldona le conoce bien porque le dió clases de catecismo. Preguntarle a ella.

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