Hoy nos trae la prensa este titular: "Los policías exigen al Alcalde que pida perdón al agente que le denunció por agresión".
A mí la palabra "exigir" no me gusta porque aviva aún más el conflicto existente.
Yo creo que el alcalde debería llamar a su despacho al policía con el que tuvo el altercado, charlar como dos personas civilizadas y, primero el alcalde y después el policía, pedirse disculpas mutuamente.
El orgullo muchas veces nos lleva a adoptar posturas de intransigencia que si no salen del ámbito privado el conflicto suele tener fácil solución pero, si traspasan ese ámbito, la solución es más difícil porque nadie quiere quedar como vencido.
Pero no se trata de vencidos o vencedores. Se trata de capacidad para pedir perdón y perdonar.
La situación que estamos viviendo todos, estaréis conmigo en que no es agradable para nadie. Y cuando la solución a ese problema pasa por solo un apretón de manos o un abrazo, creo que deberían intentarlo ambos.
Pero repito, en privado. A nosotros nos bastaría con saber que el problema está solucionado. No necesitamos saber nada más.
Alcalde y policía, por favor, apear ambos el orgullo y daros ese abrazo y ese perdón.
Hacerlo al menos por los vecinos que seguro os lo agradecerán.
Publicado por Moderadora
Yo no pediría disculpas a quien me ha causado lesiones,¡Faltaría mas! en tal caso debería hacerlo el agresor. Ni las pediría por haber ejercido mi derecho como ciudadano al presentar una denuncia..
ResponderEliminarModeradora creo que te ha dado un ataque de bondad desmesurada, y al contrario de lo que te suelo leer, no estás empatizando con los sentimientos de estos trabajadores y sus familias
Que no es eso, por favor. No me gusta que la gente esté enfadada. Eso es todo.
ResponderEliminarAlguien me preguntó un día en este blog que si viese que al alcalde le están dando 3 individuos una paliza qué haría. Le contesté que nos la tendrían que dar a los dos porque por supuesto defendería al alcalde como defendería a cualquier otro vecino que fuera agredido.
Solo he dicho que bajen el orgullo ambos y pongan un poco de paz en todo este asunto. Por su bien y por el bien de todos los que no nos gustan los enfados.
Siempre me he posicionado y me posicionaré al lado del débil pero entiende que no ha pasado nada tan grave que no pueda solucionarse con buena voluntad por ambas partes.
Ya, tampoco a mi me gustan los enfados, ni los malos modos, ni la sobervia... ni tantas cosas!!
ResponderEliminarPero son personas adultas consecuentes de sus actos donde la buena voluntad la perdió el regidor hace muuuucho tiempo, años! Y donde el orgullo de esta persona ha quedado mas que demostrado.
Me temo que el apretón de manos ya no es suficiente, que sea su Señoría quien diga la última palabra.
Un saludo
Con la prepotencia que siempre nos demuestra el alcalde, va a ser dificil que reconozca su error y sea capaz de pedir disculpas.
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